El virus del Ébola resonó en el mundo en los últimos años por su capacidad de contagio y letalidad en África. Se detectó por primera vez en 1976 en Sudán del Sur y en la República Democrática del Congo, en una aldea cercana al río Ébola (de ahí su nombre), y desde entonces el peor brote sucedió entre 2014 y 2016. En ese período hubo más casos y más muertes que los sumados en todos los años anteriores. Pero, ¿por qué ahora se lo vincula con Chapare, un nuevo virus que apareció en Bolivia?

La enfermedad por el virus del Ébola "es un enfermedad grave, a menudo mortal en el ser humano", se transmite al ser humano por animales salvajes y se propaga en las poblaciones humanas por transmisión de persona a persona, de acuerdo a la Organización Mundial de la Salud. Uno de sus síntomas característicos es la fiebre hemorrágica, es decir, que provoca sangrado interno y/o externo. Todos estos puntos hacen que el Ébola se parezca mucho al Chapare, el virus que rebrotó en Bolivia en 2019.

La fiebre hemorrágica de Chapare, como se conoce a la enfermedad, es una patología causada por un virus de la familia arenavirus, y se transmite generalmente a las personas por contacto directo con roedores infectados o de manera indirecta a través de orina y heces de un roedor infectado, de acuerdo a los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC, por sus iniciales en inglés).

Sin embargo, investigadores de los CDC descubrieron que el virus mortal también puede propagarse de persona a persona en entornos de atención médica y no sólo de roedor a humano, lo que genera preocupación sobre potenciales brotes en el futuro.

Hasta ahora, sólo hubo dos brotes documentados de la fiebre hemorrágica de Chapare: el primero sucedió en 2003 en la provincia de Chapare, en Bolivia, cuando un grupo de personas se infectó por primera vez y terminó con la muerte de una de ellas a los 14 días del contagio. El segundo brote fue en 2019 en la provincia boliviana de Caranavi, a 150 kilómetros de La Paz, con cinco casos confirmados y tres muertes, y no se conocen más contagios desde entonces.

Una persona infectada puede transmitir la enfermedad a otras personas a través del contacto con los fluidos corporales del paciente o durante procedimientos en entornos de atención médica que pueden aerosolizar, es decir, rociar partículas de los fluidos corporales de la persona infectada, por ejemplo durante compresiones torácicas, la RCP y la intubación. "Debido a que hay muy pocos casos documentados de Chapare en humanos, se necesita más investigación para comprender cómo se propaga el virus y causa enfermedades", indicó CDC.

"Nuestro trabajo confirmó que un joven médico residente, un médico de ambulancia y un gastroenterólogo contrajeron el virus después de encontrarse con pacientes infectados, y dos de estos trabajadores sanitarios murieron más tarde -aseguró Caitlin Cossaboom, epidemióloga de División de Patógenos y Patología de Consecuencias Altas de los CDC--. Ahora creemos que muchos fluidos corporales pueden potencialmente portar el virus".

 

Síntomas de Chapare

Los síntomas de la enfermedad que genera el virus Chapare se asemejan a los de otras fiebres hemorrágicas sudamericanas, como la fiebre hemorrágica argentina o la fiebre hemorrágica boliviana, indican los CDC.

Debido al bajo número de casos documentados de contagio de Chapare, no hay mucha información sobre los síntomas y cómo evolucionan. El período de incubación, es decir, el tiempo que pasa entre el contagio y los primeros síntomas, es variable y varía de 4 a 21 días para los arenavirus.

Los síntomas de los pacientes de Chapare en los primeros dos brotes conocidos fueron:

• fiebre
• dolor de cabeza
• dolor articular y muscular
• dolor detrás de los ojos
• dolor de estómago
• vómitos
• diarrea
• sangrado de las encías
• erupción
• irritabilidad

"Como es el caso de otras fiebres hemorrágicas virales, estos síntomas generalmente ocurren antes de los signos hemorrágicos (sangrado) en etapas posteriores. El único caso de fiebre hemorrágica de Chapare descrito en el primer brote en 2003 murió 14 días después de que comenzaron los síntomas. El segundo brote ocurrió en 2019 y resultó en cinco casos confirmados, tres de los cuales fueron fatales (tasa de letalidad del 60%). Se sabe poco sobre las posibles complicaciones a largo plazo o la inmunidad protectora después de la infección por el virus del Chapare", sostiene la organización estadounidense.

 

 

¿Cómo se trata la enfermedad por del virus Chapare?

• mantener la hidratación
• manejo del shock (por ejemplo, reanimación con líquidos, administración de reservas de vasopresina)
• sedación
• analgésicos
• transfusiones (cuando sea necesario)

Prevención del Chapare

• Evitar el contacto con roedores: sellar los agujeros y huecos en las casas y otros edificios que rodean la casa para prevenir o minimizar la infestación de roedores o la entrada al hogar; colocar trampas dentro y alrededor de las casas para disminuir las poblaciones de roedores; limpiar cualquier alimento que pueda ser accesible a los roedores.
• Evitar las áreas infestadas de roedores y otros pequeños mamíferos, o donde vean señales de infestación de roedores (excrementos, etc.).
• Transmisión entre personas: Las personas que están enfermas de Chapare pueden contagiar la sangre, la saliva, la orina, el semen, las secreciones respiratorias y otros fluidos corporales mientras tienen síntomas y durante meses después de que ya no los tengan. Evitar el contacto con los fluidos corporales de las personas enfermas de Chapare. Tomar precauciones para evitar el contacto con los fluidos corporales (por ejemplo, sangre, saliva, orina, semen, secreciones respiratorias, etc.) de las personas infectadas, incluso después de que se hayan recuperado, hasta que hayan dado negativo en la prueba.