Reino Unido y la UE aplazan por tres meses controles aduaneros en Irlanda del Norte
Autoridades británicas presentaron formalmente el pedido de prórroga, para buscar alternativas al establecimiento de una "frontera física" en el territorio irlandés
El Gobierno británico y la Comisión Europea acordaron ampliar a tres meses el periodo de gracia para realizar controles aduaneros a los productos cárnicos enviados a Irlanda del Norte desde el resto del Reino Unido y que provocan fuertes protestas de los unionistas.
"Nos complace haber podido acordar una prórroga sensata para las carnes refrigeradas", afirmó el ministro del Brexit, David Frost, en referencia a las disposiciones que debían regir a partir de mañana y que generó lo que la prensa llama la "guerra de las salchichas".
"Irlanda del Norte es parte integrante del Reino Unido y sus consumidores deben poder disfrutar de los productos que han comprado en Gran Bretaña durante años", añadió en declaraciones que reproduce la agencia de noticias AFP.
En Bruselas, el vicepresidente de la Comisión Europea, Maros Sefcovic, advirtió: "No estamos emitiendo un cheque en blanco" y "esta solución es de carácter temporal".
Distensión
El primer ministro británico de Boris Johnson enfureció a la Unión Europea (UE) al amenazar con prorrogar unilateralmente un periodo de gracia para la aplicación de los controles, lo que provocó amenazas europeas de represalias, que podían incluir aranceles selectivos.
Pero la disputa se enfrió en los últimos días después de que el Gobierno británico presentara una solicitud formal de prórroga.
El Reino Unido abandonó formalmente el mercado único europeo y la unión aduanera el pasado 1 de enero. El 24 de diciembre ambas partes firmaron un acuerdo comercial, que incluye un "protocolo" relativo al comercio de Irlanda del Norte con el resto del país.
La medida, que impone controles aduaneros a determinadas mercancías procedentes de Gran Bretaña (la isla donde se ubica Inglaterra, Escocia y Gales) está destinada a evitar que productos no controlados entraran en la UE por la vecina República de Irlanda, que sigue siendo parte del bloque europeo.
El motivo por el que Irlanda del Norte sigue estando también dentro del mercado común es impedir el regreso de una frontera física con la vecina República de Irlanda y evitar que se revivan décadas de conflicto armado entre católicos y protestantes.
Pero las comunidades unionistas de Irlanda del Norte, apegadas a su pertenencia al Reino Unido, se oponen por considerar que esto las separa el resto del país.
Por esta razón fueron a la justicia, pero la Alta Corte de Belfast dictaminó que el denominado "protocolo de Irlanda del Norte", negociado en el marco del Brexit, es legal.
Varios políticos unionistas, entre ellos los ex primeros ministros norirlandeses Arlene Foster y David Trimble, argumentaron que el protocolo era ilegal porque violaba las Actas de Unión que crearon el Reino Unido en 1800 y la Ley de Irlanda del Norte, que promulgó el acuerdo de paz del Viernes Santo de 1998.
Pero un juez de la Alta Corte rechazó estos argumentos, afirmando que el acuerdo de Brexit aprobado en 2020, aunque entra en conflicto con las Actas de la Unión de 1800, prima sobre una ley que data de hace 200 años.