Reprimen manifestaciones y se agrava la crisis política en Myanmar
Tras el Golpe de Estado, siguen las protestas
La crisis política desatada en Myanmar tras el golpe de Estado del 1 de febrero se agravó en el cuarto día consecutivo de protestas contra el Gobierno de facto que impuso la ley marcial en varias ciudades y reprimió con dureza a los manifestantes, que igual marcharon haciendo caso omiso de las advertencias.
En Naipyidó, la capital, las fuerzas del orden dispararon "al aire como advertencia y luego usaron balas de goma contra los manifestantes", informaron testigos citados por la agencia de noticias AFP, que aseguraron que vieron varios heridos, aunque por ahora no se pudo verificar su número ni la gravedad de su estado.
Poco antes, la policía utilizó balas de goma y carros hidrantes para dispersar a un pequeño grupo de manifestantes que ante la barrera de las fuerzas del orden, gritaba: "íParen la dictadura militar!" En Mandalay, en el centro del país asiático, y segunda ciudad del país, se usaron gases lacrimógenos. "Dispararon gases contra los manifestantes que ondeaban banderas de la Liga Nacional por la Democracia (LND), el partido de Aung San Suu Kyi, depuesta tras el golpe, dijo una habitante de la localidad.
En el barrio de San Chaung de Yangón, numerosos profesores marchaban por la calle principal el martes. La mayoría de los manifestantes visten de rojo, color de la LDN, piden la liberación de Aung San Suu Kyi y realizan el ya emblemático saludo de tres dedos de la mano levantados, en señal de resistencia, frente a los militares.
El ejército, que alegó "fraudes electorales" en las elecciones legislativas de noviembre para justificar el golpe, blandió la amenaza de represalias contra los manifestantes.