Los senadores demócratas prevén desde esta semana y hasta fines de junio dar un impulso decisivo a sus prioridades legislativas, frente a la ofensiva republicana contra el derecho al voto y el plan inversionista del presidente Joe Biden.

Uno de los debates más importantes será la entrada en una fase crucial de las negociaciones entre el presidente Biden y los legisladores opositores sobre el plan de inversiones en infraestructura, que prevé un gasto de unos dos billones de dólares.

En los próximos días podría haber un acuerdo entre el jefe de la Casa Blanca y los republicanos, encabezados por la senadora Shelley Moore Capito, sobre un paquete de gastos para modernizar las carreteras, los puentes y los sistemas de banda ancha del país, según la agencia Prensa Latina.

Las partes tienen profundas divergencias acerca de este llamado Plan de Empleo Estadounidense, a pesar de los contactos recientes entre Biden y Capito.

Si bien Biden expresó su gratitud por su esfuerzo y buena voluntad, también indicó que la oferta actual de la oposición no cumplía con sus objetivos de hacer crecer la economía, abordar la crisis climática y crear nuevos empleos, señaló la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki, en un comunicado.

El mandatario no puso una fecha final estricta a las conversaciones, aunque algunos funcionarios de la administración sugieren que podría terminarlas esta semana.

Por otra parte, el Senado concluirá esta semana el trabajo en la propuesta de ley destinada a enfrentar la competitividad de China, después de acordar posponerla hasta después del receso del Día de los Caídos, que se celebró el 31 de mayo pasado.

Los senadores republicanos presentaron el 27 de mayo pasado una iniciativa de inversiones en infraestructura por 928 mil millones de dólares, como contrapropuesta al plan del presidente Biden

La nueva oferta reduce de forma significativa el monto de 1,7 billones propuesto por el jefe de la Casa Blanca, e incluye 506 mil millones para la reparación y modernización de carreteras, puentes y otras grandes obras, así como 98 mil millones para actualizar los servicios de regulación del tránsito.