Sube la aprobación del gobierno de Lula en el sector empresario brasileño
Los inversores no sólo bajaron las opiniones negativas, sino que mayoritariamente aprueban sobre todo la figura del ministro de Finanzas, Fernando Haddad
Las evaluaciones negativas del Gobierno de Lula da Silva en el empresariado brasileño cayeron a 44% en julio frente al 86% de mayo, en tanto que la imagen del ministro de Finanzas, Fernando Haddad, tiene un desempeño aún mejor.
Menos de un año después de que expresaran profundas preocupaciones por su nombramiento como ministro de Finanzas de Brasil, los inversores y el sector empresario están repentinamente "enamorados" de Haddad.
Así lo muestra una nueva encuesta que reveló una amplia aprobación del mercado para Haddad, que despertó tanto celebración como cautela dentro del Ministerio de Finanzas, según personas cercanas al ministro.
El 65% de quienes respondieron una encuesta de la industria financiera de Genial/Quaest publicada la semana pasada calificó positivamente a Haddad, un sorprendente aumento en su popularidad en comparación con el mes de marzo, cuando solo el 10% lo calificó de manera similar.
El equipo de Haddad está entusiasmado por el reconocimiento de sus esfuerzos para apuntalar las finanzas de Brasil, pero también reconoce la rapidez con la que puede cambiar la percepción mientras intenta cerrar las brechas entre los inversores y empresarios y el izquierdista Partido de los Trabajadores del presidente Lula, dijeron las fuentes bajo condición de preservar su anonimato.
El equipo de Haddad consideró el resultado como una respuesta positiva a su trabajo en los temas más importantes de la agenda económica: un proyecto de ley de marco fiscal destinado a reducir los déficits y calmar las preocupaciones del mercado sobre los planes de gasto de Lula; y la importante renovación del complicado sistema tributario del país que aprobó la Cámara Baja la semana pasada.
Optimismo
Pero eso también fortalece la idea de que Haddad es el sucesor más probable de Lula en las elecciones de 2026 o después, un puesto codiciado por otros miembros del gabinete.
Por ahora, sus victorias han reducido la cantidad de fuego amigo que recibe de otros miembros del Partido de los Trabajadores, algunos de los cuales lo consideran demasiado favorable a los mercados.
“Me siento menos en el sartén que hace tres meses”, dijo el ministro durante una entrevista de podcast.