Glaciares argentinos

The New York Times, contra las exigencias de Pfizer: "Es comprensible que algunos países se hayan resistido"

El prestigioso diario remarcó que hay una "una escasez inconcebible" de dosis en países pobres mientras los más ricos acumulan y no liberan patentes. Citó a una investigación periodística que demostró que la farmacéutica intentó "intimidar" a países sudamericanos con sus cláusulas "abusivas". En Argentina, un funcionario aseguró que pidieron glaciares como garantía

BAE Negocios

Mientras Argentina retoma el diálogo con la farmacéutica Pfizer para comprar sus vacunas luego del acuerdo fallido en 2020 por tener "demasiadas exigencias", según palabras del presidente Alberto Fernández, el diario The New York Times (NYT) cuestionó el accionar de la empresa al dificultar el acceso de países pobres a su fármaco contra el coronavirus (Covid-19).

En el artículo de opinión escrito por la junta editorial "The World Needs Many More Coronavirus Vaccines" ("El mundo necesita muchas más vacunas contra el coronavirus"), el periódico estadounidense pone el foco en las inéditas condiciones que impuso Pfizer a naciones sudamericanas para firmar contratos, y remarca que "es comprensible que algunos países se hayan resistido a tales demandas".

"Pfizer no solo ha buscado protección de responsabilidad contra todos los reclamos civiles, incluso aquellos que podrían resultar de la propia negligencia de la compañía, sino que ha pedido a los gobiernos que pongan activos soberanos", recordó el Times, al citar una investigación de la Oficina de Periodismo de Investigación y el medio peruano Ojo Público, la cual reveló que el laboratorio exigió cláusulas "abusivas" para distribuir su antídoto en Perú, Brasil y Argentina. 

 

NYT detalló que entre esos activos soberanos se incluyen "reservas bancarias, edificios de embajadas y bases militares, garantía contra juicios". "Es comprensible que algunos países se hayan resistido a tales demandas, según la Oficina de Periodismo de Investigación sin fines de lucro, y como resultado el ritmo de los acuerdos de compra se ha desacelerado", advierte el prestigioso medio.

El Times advierte que estas maniobras son parte del problema que genera que "las naciones de ingresos bajos y medianos" atraviesen "una escasez inconcebible de vacunas contra el coronavirus que amenaza con alterar el progreso contra la pandemia", mientras los países ricos acumulan dosis y no liberan sus patentes.

Las exigencias de Pfizer en Sudamérica

Durante 2020 las autoridades sanitarias argentinas mantuvieron negociaciones con los distintos laboratorios del mundo que crearon vacunas contra el coronavirus, incluido Pfizer, oriundo de Estados Unidos. Sin embargo, tras meses de diálogo, no hubo resultados positivos. ¿Qué pasó? 

La investigación de la Oficina de Periodismo de Investigación y Ojo Público demostró que Pfizer intentó "intimidar" y realizar un "chantaje" a países latinoamericanos con sus cláusulas "abusivas" y llevó a cabo un "bullying de alto nivel", según lo calificaron autoridades peruanas citadas en el informe.

Pfizer pidió a Perú, Brasil y Argentina una indemnización por el costo de cualquier futura demanda civil, que el país contratara un seguro internacional para pagar posibles casos futuros contra la empresa y que el gobierno pusiera sus activos soberanos como garantía. Además, funcionarios de un país latinoamericano no identificado denunciaron que estas cláusulas demoraron más de tres meses las negociaciones.

El ex ministro de Salud, Ginés González García, denunció a principios de febrero que Pfizer "se portó muy mal" con Argentina y sostuvo que las objeciones de ese laboratorio internacional fue la aparición de la palabra "negligencia" en la ley para contratar la provisión de vacunas contra el coronavirus. En diciembre pasado, Alberto Fernández explicó que no hubo acuerdo porque el laboratorio "tiene demasiadas exigencias que otras vacunas no han tenido".

 

Negociación fallida de Argentina con Pfizer: ¿pidió glaciares?

En diciembre, Jorge Rachid, médico sanitarista e integrante del grupo de asesores del gobierno de la provincia de Buenos Aires, aseguró que "desde la empresa pidieron una ley con garantías, con bienes inembargables como son los glaciares, y permisos de pesca".

Según Rachid, un participante de la reunión entre Pfizer y el gobierno nacional le contó que los representantes de la farmacéutica "dijeron con nombre y apellido los bienes que querían", aunque "dicho de forma orgal, nunca lo van a poner por escrito".

"No quieren los glaciares por casualidad. En el mismo momento que Pfizer negociaba esto acá, por primera vez en la historia se empezó a cotizar el agua dulce en el mercado a futuro de Chicago", recordó en diálogo con Cadena 3 al ratificar su versión, luego de que se publique el informe periodístico.

 

Por otra parte, hizo énfasis en el grupo económico que está detrás de la firma. "Hoy Pfizer no son los científicos y la empresa que todos respetamos, hoy Pzifer es propiedad de lo que llamamos 'fondos buitres', de BlackRock, el mismo fondo de inversión que intentó trabar la renegociación de la deuda argentina".

BlackRock es el accionista mayoritario de Pfizer. Se trata, además, de uno de los fondos de inversión que planteó mayor resistencia al canje para reestructurar la deuda externa argentina, que finalmente aceptó.

En el informe de Ojo Público y la Oficina de Periodismo de Investigación, funcionarios argentinos también alertaron sobre las duras condiciones. "Era una exigencia extrema que sólo había escuchado cuando había que negociar la deuda externa, pero tanto en ese caso, como en este, la rechazamos inmediatamente", declaró un funcionario nacional no identificado, aunque no detalló qué cosas pedían.

También cuestionaron la cláusula que pretendía desligar a Pfizer de responsabilidad ante efectos adversos. "Por ejemplo, ¿qué pasaría si Pfizer interrumpe involuntariamente la cadena de frío de la vacuna (de transporte y almacenamiento a -70C)... y un ciudadano quiere demandarlos? No sería justo que Argentina pagara por un error de Pfizer", dijo la fuente en off.

Argentina retomó el diálogo con Pfizer

Esta semana el Gobierno reinició la negociación con la farmacéutica estadounidense luego de rechazar las condiciones impuestas en 2020. Las autoridades nacionales buscan entablar una nueva negociación y analizar "cómo se pueden generar algunos cambios" para lograr firmar un contrato.

"Se han retomado las negociaciones con Pfizer para también entender cuál es el estado de situación o cómo se puede generar algunos cambios para avanzar en un posible contrato" y que las nuevas cláusulas beneficien a la Argentina, reveló la asesora presidencial Cecilia Nicolini en diálogo con radio Futurock.

 

Escasez de vacunas y acumulación de los países ricos

Ante la falta de vacunas en el mundo, The New York Times hizo un fuerte descargo contra los países ricos por acumular dosis (sobre todo, Estados Unidos) y poner trabas en el acceso de otros Estados a las mismas. "Hasta ahora, esta escasez global ha sido oscurecida por focos de abundancia de vacunas en países más ricos como Estados Unidos. Pero si la escasez no se aborda pronto, el problema se volverá demasiado claro", advirtió. Las consecuencias serán no sólo de salud sino también económicas en todo el planeta, agrega.

"Casi tan pronto como las vacunas ingresaron a los ensayos clínicos, los países ricos comenzaron a acumular dosis, asegurando que en lugar de que se vacunara a las personas más vulnerables de todo el mundo, sus residentes fueran los primeros en la fila", cuestionaron los integrantes de la junta editorial.

Al llegar las vacunas al mercado, "algunos fabricantes insistieron en amplias protecciones de responsabilidad que pusieron en peligro aún más el acceso de los países más pobres", como fue el caso de Pfizer, y como ejemplo mencionaron que "los Estados Unidos tienen prohibido vender o donar sus dosis no utilizadas".

The New York Times planteó que los países ricos "con apalancamiento, influencia y exceso de oferta, como Estados Unidos", deben de manera urgente "dejar de acumular dosis"; "suspender patentes" para "anular temporalmente los derechos de propiedad intelectual de los medicamentos y vacunas relacionados con el coronavirus" y así permitir que los países que no cuentan con vacunas propias puedan producirlas; "compartir tecnología y recursos"; "desarrollar más capacidad"; y por último, "invertir en alternativas".

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