Estados Unidos

Trump moviliza a la Guardia Nacional en Memphis para combatir la delincuencia

Esta medida busca saturar los barrios más afectados con personal policial y aplicar estrictas leyes de inmigración. La acción, que sigue a despliegues similares en Washington y Los Ángeles, ha generado controversia por posibles violaciones legales.

BAE Internacional

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha tomado una decisión contundente al movilizar a la Guardia Nacional hacia la ciudad de Memphis, con el objetivo de combatir la creciente delincuencia callejera y violenta.

Esta medida incluye la creación de una "Fuerza Especial de Seguridad" que implementará estrategias como la saturación de barrios con personal policial, vigilancia rigurosa y procesamiento judicial agresivo. El memorando firmado por Trump destaca la importancia de erradicar la delincuencia mediante un enfoque integral y coordinado.

 

 

El documento, difundido por la Casa Blanca, autoriza al secretario de Guerra, Pete Hegseth, a solicitar al gobernador de Tennessee, Bill Lee, la movilización de unidades de la Guardia Nacional para apoyar las operaciones de seguridad pública.

Además, la fiscal general, Pam Bondi, y la secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, están facultadas para solicitar el apoyo necesario de la Guardia Nacional.

Esta acción busca replicar los "extraordinariamente exitosos" esfuerzos realizados en Washington, según palabras del propio Trump.

La "Fuerza Especial de Seguridad de Memphis" no solo se enfocará en la delincuencia, sino que también tendrá la responsabilidad de hacer cumplir la ley federal de inmigración y coordinar la aplicación de leyes relacionadas con la calidad de vida y la seguridad pública.

Este despliegue ha generado controversia, ya que sigue a operaciones similares en Washington y Los Ángeles, que fueron declaradas ilegales por un juez federal debido a la violación de la ley Posse Comitatus, que prohíbe el uso de fuerzas militares para cuestiones internas de seguridad.

Trump ha señalado que Chicago podría ser la próxima ciudad en recibir un despliegue similar, y ha advertido sobre posibles intervenciones en Baltimore y Nueva Orleans. La medida ha suscitado un debate sobre la legalidad y efectividad de utilizar fuerzas militares en asuntos de seguridad interna, mientras que las autoridades locales deberán coordinarse con múltiples departamentos federales para llevar a cabo esta operación.

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