El Gobierno de Estados Unidos ha anunciado sanciones contra cuatro miembros del Tribunal Penal Internacional (TPI), acusados de participar en casos contra Israel y Estados Unidos. Entre los sancionados se encuentran dos jueces, la canadiense Kimberly Prost y el francés Nicolás Guillou, y dos fiscales adjuntos, la fiyiana Nazhat Shameem Khan y el senegalés Mame Mandiaye Niang. Estas medidas se toman en respuesta a la emisión de órdenes de arresto contra el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, y el exministro de Defensa Yoav Gallant.

El secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, ha justificado las sanciones alegando que los fiscales han apoyado acciones ilegítimas del TPI. Rubio ha subrayado que estas personas participaron en iniciativas para investigar, arrestar o enjuiciar a ciudadanos de Estados Unidos o Israel sin el consentimiento de estos países. Según Rubio, el TPI representa una amenaza para la seguridad nacional y ha sido utilizado como instrumento de justicia politizada contra Estados Unidos y su aliado, Israel.

La oficina del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ha aplaudido la decisión de Estados Unidos, calificándola como un paso decisivo contra la "falsa campaña de desprestigio" contra Israel. Este anuncio coincide con declaraciones del presidente estadounidense, Donald Trump, quien describió a Netanyahu como un "héroe de guerra". La Administración Trump ya había sancionado previamente al fiscal jefe del TPI, Karim Khan, por solicitar órdenes de detención contra líderes israelíes y de Hamás.