Un perro robot recorrerá Pompeya en busca de túneles secretos

Bautizado como Spot, el animal mecánico supervisará las obras de restauración y analizará el estado de la histórica ciudad sepultada por las cenizas del Vesubio. También se encargará de cerrar más fácilmente los túneles que hicieron los ladrones de tumbas

BAE Negocios

Un ladrido, una alerta. El olfato inapelable de los perros como herramienta crucial para encontrar drogas, objetos y personas. El mejor amigo del hombre al servicio de la justicia y la investigación. La historia fue testigo de héroes perrunos que ayudaron en innumerables casos. Ahora, la ciudad de Pompeya, sepultada bajo las cenizas del Vesubio en el año 79 a.C., contará con su propio asistente canino. Solo que Spot, así se llama, no olfateará ni ladrará, sino que filmará y enviará notificaciones. Es un perro robot. 

Spot fue fabricado por Boston Dynamics, una tecnológica con sede en Estados Unidos, y es único en el mundo. Llegó a Italia con el objetivo de profundizar la preservación de Pompeya mediante la tecnología, proyecto que las autoridades italianas llevan a cabo desde 2013, cuando la Unesco amenazó con agregar a la ciudad histórica a una lista de sitios del patrimonio mundial en peligro a menos que mejoraran su cuidado.   

“Los avances tecnológicos en el mundo de la robótica, en forma de inteligencia artificial y sistemas autónomos, han producido soluciones e innovaciones típicamente asociadas con el mundo industrial y manufacturero, pero que hasta ahora no habían encontrado una aplicación dentro de los sitios arqueológicos debido a la heterogeneidad de las condiciones ambientales y el tamaño del sitio”, declaró Gabriel Zuchtriegel, director del parque arqueológico de Pompeya.

¿Cuáles serán las tareas del perro robot?  Spot puede inspeccionar incluso los espacios más pequeños mientras “recopila y registra datos útiles para el estudio y la planificación de intervenciones”, dijeron las autoridades del parque.

Por eso, su objetivo principal es “mejorar tanto la calidad del seguimiento de las zonas existentes, como profundizar en el conocimiento del estado de avance de las obras en las zonas en recuperación o restauración, y con ello gestionar la seguridad del yacimiento, así como la de los trabajadores”.

Un perro policía

Además, tendrá otra tarea, esta vez más policial. La idea de las autoridades de Pompeya es probarlo en los túneles subterráneos que hacen los tombaroli, como se los llama a los asaltantes de tumbas, que durante años hicieron una fortuna excavando en las ruinas y robando reliquias para venderlas a los traficantes de arte de todo el mundo.

Aunque todavía existen los túneles en la zona, son muchos menos que antes de 2012, año en que la policía del arte de Italia intensificó la represión de los delitos culturales.

“A menudo, las condiciones de seguridad dentro de los túneles excavados por los ladrones de tumbas son extremadamente precarias, por lo que el uso de un robot podría significar un gran avance que nos permitiría avanzar con mayor velocidad y con total seguridad”, explicó Zuchtriegel.

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