Una jueza frena el avance de Trump sobre Harvard y sus estudiantes extranjeros
La justicia federal bloqueó el intento del Gobierno de EEUU de impedir que Harvard reciba alumnos extranjeros. El caso desató una batalla legal sin precedentes
La jueza federal Allison Burroughs anunció que bloqueará de forma indefinida el intento del Gobierno de Donald Trump de prohibir que la Universidad de Harvard reciba estudiantes extranjeros, una medida que había sido oficializada la semana pasada por el Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés).
Durante una audiencia celebrada el jueves en Boston, la magistrada expresó su intención de dictar una medida cautelar para "mantener el statu quo", lo que permitirá a la institución seguir inscribiendo a estudiantes con visas, según informó CNN.
El conflicto escaló luego de que el Gobierno estadounidense comunicara que revocaría la certificación de Harvard para operar dentro del Programa de Estudiantes y Visitantes de Intercambio (SEVP). La decisión fue presentada como una respuesta a supuestas amenazas a la seguridad dentro del campus.
En un comunicado, la funcionaria del Gobierno Kristi Noem justificó la sanción señalando que la conducción de Harvard "creó un ambiente inseguro al permitir que agitadores antiestadounidenses y proterroristas hostiguen y agredan físicamente a individuos", y denunció que "muchos de esos agitadores son estudiantes extranjeros".
Frente a esa ofensiva, Harvard respondió con una demanda contra el Gobierno por considerar que la medida era arbitraria y excedía las atribuciones del Ejecutivo. En su presentación judicial, la universidad advirtió: "No podemos permitir que el Gobierno federal nos controle ni aceptar sus condiciones como un acuerdo de principio". La administración Trump reaccionó congelando miles de millones de dólares en subvenciones federales, lo que intensificó el conflicto.
Actualmente, Harvard cuenta con 6.793 estudiantes internacionales, lo que representa el 27% de su matrícula total. Según los términos del aviso recibido por la universidad, tiene 30 días para presentar documentación que refute las acusaciones del DHS. Noem, desde su cuenta en la red social X, insistió: "Seguimos rechazando el patrón reiterado de Harvard de poner en peligro a sus estudiantes y fomentar el odio a Estados Unidos. Debe cambiar si quiere participar de nuestros programas".
El fallo judicial coincidió con la ceremonia de graduación número 374 de la universidad, en la que se celebró la finalización de los estudios de casi 9.000 alumnos. Durante el evento, el presidente de Harvard, Alan Garber, recibió una ovación de pie al inaugurar el acto. En su discurso, destacó que la clase 2025 llegó "desde la vuelta de la esquina, de todo el país y de todo el mundo… como debe ser".
Mientras tanto, el campus vivió protestas moderadas en comparación con el año anterior. El Harvard Crimson reportó que dos pancartas con consignas pro-palestinas fueron desplegadas brevemente antes de ser retiradas por autoridades. Una decía: "Harvard, dejá de financiar el genocidio en Gaza", y otra afirmaba: "No quedan universidades en Gaza".
El acto también contó con un discurso del Dr. Abraham Verghese, médico infectólogo y profesor de la Universidad de Stanford, quien remarcó la importancia de los inmigrantes en el sistema de salud estadounidense. "Más de una cuarta parte de los médicos en EEUU son graduados extranjeros, y muchos se establecen en lugares que otros no eligen", afirmó. Verghese, que emigró desde Etiopía y se formó en India, señaló: "Parte de lo que hace grande a América, si se me permite la frase, es que permite que un inmigrante como yo florezca".
En medio de un clima cargado por tensiones políticas y judiciales, la Universidad de Harvard se mantiene en pie frente a una de las ofensivas más duras contra su autonomía en décadas.