En la misma sintonía que las terminales automotrices, el Grupo Proa -fabricantes de autopartes nacionales- visitará México la próxima semana, donde avanzará en negociaciones con importadores y distribuidores de la cámara Aridra, con la que ya firmaron un acuerdo de cooperación el año pasado.

El convenio entre Grupo Proa y Aridra establece además el intercambio de información y misiones comerciales, afirmó a BAE Negocios el presidente de la entidad nacional, Sergio Klaut. Existe un fuerte interés azteca en la compra de piezas locales que, por ejemplo, México no puede adquirir a los Estados Unidos.

México es un atractivo mercado de 120 millones de habitantes, y la misión de autopartistas organizada por Proa (que será encabezada por Klaut) incluye un cóctel el 9 de Julio en la embajada argentina en México, junto a los principales diez importadores de México asociados en Aridra. "Además, estamos planificando una misión a los Estados Unidos entre el 23 y 27 de septiembre, para conocer nuevas tecnologías, y queremos desembarcar más fuertemente en Colombia y Chile", expresó Klaut.

Los directivos y empresarios nacionales participarán de un congreso automotriz el 9 y 10 de julio, y de la Feria Automechanika México, entre el 10 y 12 de julio, donde habrá un stand institucional en el pabellón de la Argentina. "Ya hay empresas que están exportando; vamos por nichos de mercado, principalmente para equipo de transporte pesado donde existen posibilidades. Creemos en poder ganar mercados en buenas condiciones, aunque hay que aliviar la carga tributaria y otros costos para empujar la competitividad", especificó Klaut.

La decisión de desarrollar una estrategia exportadora intenta, por otro lado, compensar el difícil momento que atraviesan las pymes autopartistas en el mercado interna donde la capacidad ociosa se ubica cercana al 50%, mientras que parte del personal están haciendo tareas de mantenimiento, limpieza, porque la fabricación bajó y los empresarios no quieren avanzar con despidos. También se observan ejemplos de empresas que por el hecho de no contar con los fondos necesarios para las indemnizaciones, están eludiendo las desvinculaciones de personal.

Asimismo, otros motivos para tomar la decisión de sostener las estructuras es que las mismas son reducidas y los trabajadores, además de ser calificados, "forman una especie de familia con los dueños de las fábricas", confesó el titular del Grupo Proa.