En épocas de ajuste, salir de compras se convierte en una experiencia muy analizada. Si se trata de comprar indumentaria, la zona de comercios de Avellaneda y Nazca, siempre gana por goleada. Si bien en el primer trimestre tuvo una muy fuerte caída en las ventas, con el cambio de temporada se nota un repunte. Aunque no tiene outlets, la zona recibe 500.000 personas por día.

Para dimensionar la extensión, se trata de 80 manzanas de negocios entre Flores y Floresta. Hay más de 7.000 comercios ubicados entre avenida Nazca, Morón, Chivilcoy y Rivadavia. Hay locales de indumentaria femenina, masculina, niños, además de un récord imbatible de manteros en las veredas. De lunes a viernes es un ir y venir de tours de compras que llegan de todas las provincias y según admiten, también del exterior. “El precio de las prendas es como mínimo cuatro veces menor que lo que se paga en un shopping por la misma prenda”, aseguran los que recorren sus calles a diario.  

Emiliano Iglesias, presidente de la Asociación de Comerciantes de Avenida Avellaneda y Secretario Gremial de la Federación de Comercio de Buenos Aires (FECOBA) contó a BAE Negocios: “Entre enero y marzo tuvimos una caída en las ventas del 25% comparado con el mismo período de 2023. La baja más fuerte la sentimos en la venta mayorista que cayó un 25%, mientras que la minorista bajó un 15%. La gente no tenía plata, no hubo paritarias y no podía gastar. En abril, la venta mayorista cayó pero un 2% y la minorista creció un 20%, según estimamos. La gente comenzó a buscar precios y abandonó los centros comerciales a los que iba. Recorrió locales y encontró en Avellaneda y Nazca prendas de calidad a un 700% menos que lo que pagaba en un shopping”.

Los locales están abiertos de lunes a viernes de 8 a 17 horas y los sábados de 8 a 15 horas. De lunes a viernes llegan tours de compras de todo el país, en general, el sábado es el preferido para las ventas minoristas. “Hasta hace un tiempo bastaba comprar tres prendas para poder comprar al por menor, ahora exigen seis prendas. Para comprar con más descuento a precios mayoristas a veces hay que comprar una curva de talles o prendas de todos los colores, depende cada local. La diferencia entre comprar una prenda a precio minorista y mayorista es de un 30%”, explicó el responsable de uno de los más grandes centros con comercios a cielo abierto del país.

Antes era una zona de coreanos, ahora hay un mix con otras colectividades. Los comerciantes de la zona aseguran que es posible comprar buzos desde los 8000 pesos, camperas desde 12.000, pantalones a 9000 pesos y remeras a 3.500. No existen los probadores, nada se puede probar. Una solución es ir con centímetro en mano y medir todo.

Cuáles son las formas de pago en Avellaneda y Nazca, muy simples, "la mayoría acepta efectivo y transferencias. Hay un 70% de locales que aceptan tarjetas de débito o crédito, algunos hasta en cuotas. Esto se debe a que todos quieren vender. Esta zona es un submundo, estamos en un país en crisis y este es el único centro de comercios que crece, pese a todo”, señaló Emiliano Iglesias.

No hay outlets ni ropa de segunda, se trata de los propios fabricantes que abren locales para vender sin intermediarios sus prendas. Hay que ir con tiempo para caminar y comparar precios. Algunos tips, en la calle Argerich entre Avellaneda y Venancio Flores hay más indumentaria masculina que femenina, no hay una zona especial para damas o chicos, todo está mezclado. Hay más ropa de mujer que de hombres.

Otra alternativa, cada vez más usada, es que las marcas lanzan sus sitios online para poder comprar sin moverse de casa. Pero en general, la gran mayoría prefiere ir, tocar y ver. Un dato no menor es que comenzaron a llegar muchos turistas. “Hay uruguayos, brasileños y bolivianos que dejaron los shoppings y se vuelcan a las calles de Avellaneda y Nazca para encontrar mejores precios”, sentenció.

Todos los días es un ir y venir de gente, más de medio milllón de personas visitan por día este gran circuito comercial a cielo abierto.