Baja la venta de bebidas sin alcohol, culpan a los impuestos y a la informalidad del sector
En 2019 las ventas bajaron un 15%, en 2020, la caída fue de 7,7%. Culpan a los impuestos que representan al 49% del precio y acusan de informalidad a las segundas marcas de gaseosas.
La batalla entre bebidas con alcohol y sin tuvo un claro perdedor en la pandemia. Según la Cámara Argentina de la Industria de Bebidas Sin Alcohol (CADIBSA) su sector tuvo un fuerte impacto y registró una caída en sus volúmenes de ventas de 7,7% en comparación al año anterior. Considerando que en 2019 el sector ya había disminuido sus ventas 15%, en los últimos dos años registra una caída acumulada de 21,6%.
El primer trimestre del 2020 no preveía un golpe, al contrario, inició con una menor disminución del volumen de ventas en comparación al mismo período del año anterior (-3.2%). A raíz de la pandemia y del Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio, durante el segundo trimestre la industria de bebidas sin alcohol registró un desplome en sus volúmenes de ventas de casi 24%.
La Cámara Argentina de la Industria de Bebidas Sin Alcohol incluye a las categorías: gaseosas, aguas saborizadas, aguas con y sin gas, jugos, isotónicos y energizantes.
Cuando comenzó julio y hasta septiembre, siguió la baja pero no fue tan empinada, alcanzó una baja de 9,4% comparado con 2019. Recién en el mes de octubre, el cuarto trimestre arrancó bien y cerró con un incremento del 1,3%, marcando un leve cambio de tendencia. Pero durante todo el 2020 la caída fue del 7,7%.
El consumo per cápita de bebidas sin alcohol viene en franco declive en los últimos años por la baja del poder adquisitivo de los consumidores. Desde CADIBSA plantean que otro de los motivos de la caída es el tema impositivo y apuntan contra las segundas marcas. “El impacto de la carga impositiva del sector de bebidas (49%) que termina afectando al precio de venta. Esta carga impositiva - la más alta del sector en América Latina - contribuye a incrementar la informalidad del sector, que se ve reflejada en el crecimiento y proliferación de segundas marcas. Estas marcas se comercializan a precios sensiblemente inferiores, debido a ciertos grados de informalidad con el que operan a lo largo de su cadena de valor”, señaló el comunicado.
Los argumentos siguen: “La industria de bebidas sin alcohol es un eslabón fundamental en el desarrollo económico de Argentina y específicamente en el fortalecimiento de las economías regionales. Su cadena de valor tiene como primer eslabón a los productores agropecuarios de 12 provincias, e incluye cientos de proveedores de insumos y miles de puntos de venta como supermercados, almacenes, pequeños autoservicios y kioscos, los que actualmente constituyen el principal canal de ventas del sector”.
El sector genera cerca de 30.000 empleos directos y más de 100.000 empleos indirectos, plantean. Otro de los motivos es el precio de las bebidas gaseosas de primera marca que en muchos casos casi duplican a las segundas marcas, batalla que queda clara cuando se enfrentan Manaos y Coca-Cola motivo que hizo que la multinacional refuerce la venta de envases retornables y haga cada vez promociones bajando sus precios.