Cerró el Café de García, el emblemático bar de Villa Devoto famoso por sus picadas
Fundado en 1927, el jueves cerró sus puertas y los vecinos desfilan preocupados. Estuvo a cargo de Hugo García, hijo de los fundadores, quién decidió vender el fondo del comercio. Sus paredes respiran historia
Los vecinos del barrio de Villa Devoto están tristes. Todos se paran en la esquina de Sanabria y José P. Varela y no pueden creer que el Café de García esté cerrado. Bajó su persiana el jueves pasado. Hugo, segunda generación de la reconocida familia García vendió el fondo de comercio. El Bar Notable, esta cerrado, aseguran que le harán refacciones, pero no se sabe cuándo lo reabrirán los nuevos dueños
El bar fue fundado en 1927, los dueños históricos fueron el matrimonio de Metodio García y su mujer Carolina, que vivieron ahí hasta la década del 50. El bar pasó a otras manos y recién en los años ’70 fue recuperado por sus hijos Rubén y Hugo. La época de oro del bar fue cuando Rubén, más conocido como Titi, estuvo al frente. Siempre estaba el padre de Claudia Villafañe, Diego Maradona fue varias veces, Víctor Hugo Morales, Graciela Borges, Alejandro Dolina, Enzo Francescoli y hasta Francis Ford Coppola. El director Eliseo Subiela eligió el bar para filmar varias escenas de “No te vayas sin decirme a dónde vas”.
Muchos recuerdan los agasajos a los clientes que se hacían una vez por año para agradecerles todo el apoyo. Entrar al Café de García es un viaje en el tiempo. En la puerta aún hay un buzón y una bomba de agua antigua. Rodeado de glicinas, tiene dos glorietas sobre cada calle bautizadas con el nombre “Paseo de Metodio y Carolina”. En una de sus paredes del frente, Mabel Bellucci escribió: “El Café es también escenario para exponerse u ocultarse, para la compañía o soledad, en sus mesas y mostradores se charla, se monologa, pero también se calla”.
Había mesas de billar, acompañadas de las taqueras y guardatacos. Sus paredes repletas de fotos de artistas, deportistas y famosos, entremezcladas con la partitura del tango Nostalgia, firmada por Enríque Cadícamo. “Entre los adornos preferidos de Hugo García y su hermano Rubén, figuran una vieja pelota de fútbol, el acordeón de su abuelo y la camiseta de la Selección Argentina autografiada por Diego Maradona. ‘Cuando vivía cerca de aquí, Diego vino dos o tres veces a comer asado’”, relató una nota de DiarioZ hace varios años.
En la puerta del frente del bar, una baldosa recuerda a un desaparecido: “Aquí vivió su juventud Guillermo ‘Beto’ Rodríguez, militante popular desaparecido asesinado por el terrorismo de Estado 20/10/1975. Barrios, memoria y justicia”
Durante la pandemia no la pasaron bien, estuvieron cerrados, comenzaron con delivery de empanadas y poco a poco fueron sumando platos. Antes de la llegada del coronavirus, el plantel del Café de García era de 13 empleados, por eso podían abrir bien temprano y cerrar como a las 4 de la mañana. Su plato más buscado eran las picadas, antes se hacían sólo de jueves a sábados. Cuando pudieron reabrir sólo quedaban tres empleados, sus dos históricos mozos Juan y Oscar y Daniel, con menos años. El horario fue de 9 a 22:30, se terminaron las trasnoches. La picada comenzó a ofrecerse todos los días.
Hasta el miércoles pasado, la picada del Café de García contaba con 19 platitos distintos, más el postre, turrón, pan dulce y almendras, con una copa de champagne. Todo costaba $ 1850, la bebida era aparte. Los precios se habían puesto a tono para poder salir adelante y poder dar pelea.
Hace meses, la situación se complicó más de lo previsto. La pérdida de Rubén fue difícil de superar para Hugo, luego se sumó la pérdida de su hijo. Era muy difícil todo y decidió poner a la venta el fondo de comercio. Le costó tomar la decisión pero no quedaba otra, el bar necesitaba una gran inversión, esfuerzo y energía. Se preocupó por cuidar el futuro de sus empleados hasta el último minuto, no dejó nada librado al azar. BAE Noticias consultó a Jorge Mesturini, presidente de la Cámara de Comercio de Villa Devoto, quien señaló: “Hugo el dueño me confirmó que vendió el fondo de comercio. Los compradores tienen varios locales gastronómicos. Le harán refacciones, hay que arreglarle los techos, varios cosas. Esto es una crónica de un final anunciado. Me queda la esperanza que los nuevos dueños mantengan el mismo espíritu”.
El periodista Camilo García vive a pasos del bar, apenas se enteró del cierre, se preocupó. “El Café de García es un lugar muy cálido, la cocina es muy buena, el café es excelente, todo de muy buena calidad. Es uno de esos bares emblemáticos con mesas de verdad, como las de Polémica en el Bar, mesas de billar. Mucha gente lo tiene como club social, aunque estaba muy pagado. La pandemia le pegó fuerte. Es una pena verlo cerrado, si lo llegan a reabrir manteniendo el mismo espíritu esta buenísimo”. La vecina de enfrente, Gloria de la casa de lanas Krylon está triste: "Los extraño, extraño las mesas afuera y la puerta abierta. Hace 40 años que somos vecinos".
Los dueños de la Rotisería Miramar son los nuevos propietarios, tienen mucha experiencia en el rubro. Pertecen al grupo Los Notables especializado en comprar Bares Notables, ya tienen el Bar de Cao, Margot, El Celta, El Federal y La poesía, entre otros. En general, ofrecen una carta muy similar.
Decidieron cerrarlo para iniciar una serie de reformas y aún no pueden dar fecha de reapertura. No es el primer Bar Notable que compran, lo ponen en valor y lo reabren. Todo pareciera indicar que el Café de García puede volver, sin los García, pero con el mismo espíritu de Bar Notable de siempre. Pero aún, no esta dicha la última palabra. Los mozos tuvieron la propuesta de seguir trabajando en la Rotisería Miramar, otro de los restaurantes del grupo, hasta tanto reabra el bar de Villa Devoto. Pero por ahora, sólo aceptó Oscar, uno de los más recordados por sus clientes. Juan por ahora, no tiene decidido si seguirá con su trabajo de mozo. Lo único cierto, es que el Café de García cerró. Otras versiones publicadas en @Villadevotonews dicen que volverá transformado en El bodegón, lo que generó un revuelo. Los vecinos esperan que reabra con el mismo espíritu que fue creado con sus tradicionales picadas, café y comidas de bodegón.