La crisis de la histórica marca de retail Garbarino afecta no sólo a empleados y proveedores, también a clientes. El prestigio de esta cadena se derrumba segundo a segundo, su dueño el tesorero de San Lorenzo, Carlos Rosales, parece decidido a no encontrarle solución. Ha rechazado varias ofertas de compra y esta dispuesto a esperar que todos se cansen y se vayan a su casa.

Hace poco más de un año se hizo cargo de una cadena con más de 4.000 empleados y más de 200 tiendas. Desde hace casi seis meses adeuda sueldos, aguinaldos, obra social, aportes patronales. Los empleados no tienen respuesta, sólo sobreviven con el pago del Repro del Estado nacional que les otorga $22.000 mensuales. No todos los trabajadores lo cobran.

El ministerio de Trabajo los convoca y cuando aparece la vicepresidenta Mariana Casares, no da respuestas. Las cartas documento no son recibidas ni en las oficinas de Garbarino, ni en la sede de Prof la aseguradora. Los empleados denuncian no sólo vaciamiento, sino también lock out patronal.

Aunque los dueños no ofrecen una solución, les advierten a los empleados: “Si vuelven a cerrar no cobran ni un peso”. Ante esta amenaza, los empleados se organizan y abren algunos locales, en Córdoba, Rosario y Caba, entre otros lugares del país, pero no tienen casi mercadería. No pueden vender en efectivo, sólo con tarjeta y con precio con recargo. Varios gerentes y empleados ya consiguieron otros trabajos, como Carlos García, el mismísimo ex CEO de Garbarino en la gestión anterior a Rosales, que trabaja ahora en Newsan.

Estafados por Garbarino Viajes

Los clientes que confiaron en comprarle un paquete turístico a la cadena, la mayoría denuncian haber sido estafados. Crearon un grupo en Facebook: Estafados por Garbarino Viajes y ya son casi 250 los miembros activos que denuncian las pérdidas ocasionadas por la cancelación de viajes. Hay un grupo de whatsapp con 45 miembros activos. Desde mayo no reciben respuestas a mails, llamados, “nadie da la cara” repiten.

Adrián Ciarfaglia es un médico veterinario que compró con otras tres personas un paquete para viajar a Cuba. “Pagamos más de 8000 dólares y no pudimos viajar, desde mayo no atienden el teléfono ni nos dan una respuesta. No nos dan una solución ni nos devuelven la plata”, dijo Ciarfaglia.

María Julia Briante es traductora, compró un paquete para dos personas para ir a Puerto Madryn en julio del año pasado y no tiene respuesta. “Pagué todo cash, a los cuatro días comenzó la cuarentena. Hice la denuncia en Defensa del Consumidor, tuve la audiencia y la otra parte no fue”, contó amargada.

Nicolás Arce, es bombero, contrató un paquete para dos para viajar en marzo 2020 a Río de Janeiro con estadía completa por 12 días. “Intenté viajar a Puerto Madryn porque tuve que suspender dos vuelos y ya en Mayo y junio no atendían. La bronca que tengo no se puede creer. Estamos armando una manifestación a un organismo del Estado”, contó Arce.

Los negocios de Carlos Rosales, el tesorero de San Lorenzo

Empleados y clientes están desesperados. Las trabajadores están endeudados, ya no tienen ni para comer. Ya pidieron prestado lo máximo que pudieron y necesitan cobrar. Desde el entorno de Carlos Rosales, su vocero de crisis Gustavo Fedi sólo dice: “No hay novedades para comunicar”. El imperio Rosales: además de las cadenas Garbarino, Compumundo y Digital Fueguina, mantiene la aseguradora Prof; el restaurante El buey de Recoleta cerró, abrió un local por un mes en el Hipódromo de Palermo y ahora la marca sólo está en Olivos. Con el grupo Papyrus compró radio Continental y sus dos FM y es dueño del lodge 5 estrellas “Don Enrique” ubicado en Misiones, entre otros negocios. Todos sus negocios siguen en pie, menos Garbarino.