El endeudamiento crece en las familias argentinas. El Instituto de Estadísticas y Tendencias Sociales y Económicas (Ietse)registró que 9 de cada 10 hogares se encuentra endeudado. El 56% de las familias destina la mitad de sus ingresos mensuales al pago de deudas. Los argentinos están endeudados con la tarjeta, servicios privados o créditos. Siete de cada 10 endeudados tienen dos o tres deudas. Además de la angustia por la deuda, está la tortura que se ejerce contra los deudores. 

Casi sin aumento de sueldos, con paritarias pisadas, con alquileres indexados cada tres meses, con expensas que en algunos casos son preocupantes, quedar fuera del sistema es cada vez más fácil. Empresas privadas o de servicios no contemplan nada, a la hora de cobrar. Esto genera angustia y se convierte en una “gota china” en cualquier momento del día. 

Las empresas de servicio contratan cada vez a más cobradores para perseguir a sus deudores. Por ejemplo: “Aysa delega en sociedades de cobranza la gestión de deudas. Estas empresas pueden contactar a los deudores a través de cartas, correos electrónicos, llamadas o mensajes (SMS/WhatsApp)”, dice la página oficial. Tiene 24 empresas cobradoras que cuando se acumulan por lo menos tres boletas impagas comienzan a llamar. El método de cobranza es un promedio de dos o tres llamados por día, la voz de un hombre, luego la voz de una mujer y si no hay caso llamadas automáticas. Se pide la rápida puesta al día de la deuda. Por ser un servicio esencial, no es fácil que Aysa corte el servicio. En las oficinas comerciales admiten que en algunos casos se baja la presión del agua, seguramente en caso de tener medidor. Al ir en persona ofrecen quitar intereses y hasta planes de financiación, pero si no se cuenta con el dinero los llamados son incesantes.

En el caso de las empresas de gas como por ejemplo Metrogas, no hay desde hace varios años segundo vencimiento. Esta empresa no utiliza el método de los llamados, sino que a los cinco días del vencimiento ya envía un aviso de deuda, el aviso se le cobra al deudor en la factura siguiente puede rondar los $10.000. Si cuando llega no se recibe bajo firma, lo próximo es un telegrama, que asegura que si no se paga antes de la nueva fecha de vencimiento se corta el servicio. Pero atenti, también dice “esta notificación no anula los efectos del aviso de corte anteriores si la deuda continúa presente, pudiendo generarse el proceso de corte antes del vencimiento de este telegrama”. 

No es la única advertencia, el telegrama sigue “al momento de rehabilitar el suministro, luego del pago correspondiente,  y en caso de detectar una pérdida en tu instalación interna, dejaremos el suministro clausurado para que se de intervención a un gasista matriculado según las normas de seguridad vigentes”. Lo que significa que si cortan el servicio para recuperarlo harán un exhaustivo chequeo. Se sabe que cuando hay un corte de gas, ya sea por pequeño o grande que sea el motivo, no hay rezos ni velas posibles para obtener sin complicaciones el servicio.

Alejandra tiene su mamá de más de 50 años, hartas de lidiar con las compañías de televisión por cable y sus aumentos, decidieron no adherirse el servicio al débito automático y lo pagan mes a mes. “Desde hace unos meses, ni esperan que llegue el vencimiento de la factura, dos días antes te cortan el servicio y hay que volver a llamar”, explicó. 
Al lado, otra vecina Juana explica “tengo el servicio adherido al débito automático. Se me vencía una promoción en diciembre, no llamé y me vino $112.000 por mes por mi domicilio y $112.000 por el de mis padres. No podía creer semejante suba. Llamé indignada, me quejé y pedí el corte del servicio. Me pasaron a la oficina que se encarga de los cortes y finalmente una chica amorosa me ofreció seguir con el servicio en los dos domicilios por $12.000 mensuales cada casa hasta el mes de agosto. Por quejarme me bajaron $100.000, pero si te olvidas otra vez viene una fortuna”, contó.  Ya se convirtió en un clásico el amenazar con la baja. En grupos de Whatsapp contaba el periodista Diego García Sanz que ya circulan personas que se ofrecen para negociar descuentos por un plus.

Entre los castigos de las empresas de cable e internet a sus deudores está degradarte el servicio. ¿Qué significa tener el servicio degradado? “Si tenés algún saldo pendiente en la factura de tus servicios, siempre procedemos al aviso de pago por diversos medios. En caso de no abonar, de 25 a 35 días después del vencimiento de la factura (y previos avisos), procedemos a degradar tu servicio. Flow degradado: vas a pasar a tener 5 canales en la grilla (los canales 4 de aire + el canal 650, que te mostrará un QR para abonar la deuda). Es decir que no vas a tener acceso a los canales Premium y la aplicación estará restringida en sus funciones”.
El castigo llega a internet y al móvil. “Internet degradado: la velocidad de internet se va a reducir a 2 MB, esto significa que vas a navegar a una velocidad mucho más lenta, los videos se van a reproducir en baja calidad y lo que descargues va a demorar mucho más. Móvil degradado: la velocidad será normal para algunas webs y aplicaciones, pero para el resto se limitará a 32 KB. En WhatsApp solo podrás mandar texto y audio, y no vas a poder usar el servicio de Roaming, ni hacer llamadas internacionales de larga distancia. Tus llamadas y SMS seguirán siendo ilimitados, sin cambios”, dice la empresa en su web.

El pago de ABL en la Ciudad de Buenos Aires puede llegar a generar una gran deuda y en este caso, a veces no llega ni un reclamo. Roberto Pons pidió de casualidad un libre deuda de su casa de Monte Castro al morir su madre. Descubrió a fin de 2024 que debía 6 meses del 2006, todo el 2007 y el 2008. La deuda original era de $1.200, luego de $4.110. Cuando quiso pagarla se enteró que ya no podía ni conseguir la boleta en el CGP. Su deuda había pasado a manos del mandatario y había ascendido a $244.000. El mandatario jamás le había reclamado la deuda, pero no hubo negociación posible.  Tuvo que pagarle al mandatario que recién a los 10 días le envió el comprobante y libre deuda. 

Las deudas crecen en comparación con 2024, aumentó el número de hogares con más de tres deudas (de 8% a 12%). De acuerdo al informe, el 65% de los hogares tiene entre dos y tres deudas, el 12% acumula más de tres y solo el 23% mantiene una sola deuda. A esto se suma que el 73% de esas deudas, todavía pendientes, fueron contraídas en el año 2024.

Respecto de la composición de esas deudas, encabezan las tarjetas de crédito (30,5% del total), seguidas por pagos de servicios privados (10,5%), fiado en comercios (8,8%), impuestos y expensas (8,5%), familiares/amigos (8,4%), y el pago del alquiler (8%). También aparecen en el listado de las principales las deudas bancarias (7,2%), con servicios públicos (5,7%), prepagas (4,8%), educación privada (4,5%) y con financieras/prestamistas (2,1%).  Las deudas impagas (en mora simple o judicial) escalaron hasta representar el 76% del total: el 48% se encuentra en mora simple, el 28% en instancia judicial, y el 24% son deudas regulares.
Un dato es preocupante, el 15% de los endeudados sufre un embargo sobre su sueldo o un bloqueo de cuentas bancarias por deudas impagas.