El regreso de los reparadores: gratis o barato, desde service de artefactos a arreglos de ropa
Hace ocho años comenzó en plazas la experiencia de El Club de reparadores, que se replicó en barrios, provincias y se expandió a Latinoamérica. El contexto hace crecer las consultas para arreglar lo que antes se tiraba
En épocas de crisis, vuelven a cobrar a valor los reparadores. Con alta inflación y escasos recursos, ya no se piensa en tirar lo que no sirve y cambiarlo por algo nuevo. Basta hacer una recorrida en barrios para notar que este tipo de negocios está repleto de pedidos y ya casi no tienen espacio disponible. El Club de reparadores, fundado en noviembre de 2015, planea su regreso en los barrios porteños, replicado en provincias y hasta en América Latina.
“El Club de reparadores nació para fortalecer el consumo responsable, son encuentros comunitarios de reparación. El primero se hizo en Parque Lezama. Había voluntad, ganas y necesidad de encontrarse y reparar en conjunto. Hicimos muchos encuentros en Caba, en la provincia de Buenos Aires, y luego se replicaron en Entre Ríos, Córdoba, Formosa, Tucumán y Río Negro, entre otros lugares", contó Melina Scioli, una de las fundadoras de El Club de reparadores.
"El año pasado comenzamos a replicarlo como El Club de reparadores de América Latina y este año, vamos a convocar a 20 grupos comunitarios de la región para impulsar acciones en torno a la cultura, el cuidado y reparación”, detalló.
La agenda 2024 de encuentros no está lista, pero reciben cada vez más llamados pidiendo que se reactive lo más pronto posible, Antes de junio proyectan el primer encuentro del año para reunir a los que tienen saberes con los que necesitan reparar objetos. Un ida y vuelta donde se comparten conocimientos y de paso se aprovecha para arreglar lo que se necesita.
Comenzaron en plazas, pero llegaron a grandes espacios. Hasta fin de marzo cuentan con un espacio en un shopping ubicado sobre la avenida General Paz, donde ofrecen un taller de reparación textil llamado Ciclos. Es un espacio donde la gente puede ir a aprender a reparar sus prendas y puede llevar su ropa para que se la arreglen en forma gratuita.
Reparar para consumir de forma responsableReparar es la clave en épocas difíciles. “Tenemos que tener conciencia de lo finito de nuestros recursos, es algo que siempre debería estar presente. Como argentinos tenemos bastante asimilado tener mañas para responder y tratar de reparar cosas. Si bien las reparaciones a veces tienen costos elevados, es importante pensar que a la hora de ser consumidores más responsables. Tenemos un rol y es mucho el impacto que podemos tener, necesitamos reparar antes que descartar y reponer. Queremos seguir impulsando los encuentros y que se repliquen en ciudades y pueblos”, explicó.
Hace pocos días terminó un ciclo de formación en oficios de reparación que se hizo en el Centro de Desarrollo Emprendedor y Laboral del Barrio Múgica, un espacio del Gobierno de la Ciudad donde se capacitó gente en oficios de reparaciones de celulares, computadoras, aparatos eléctricos, electrónicos y bicicletas.
Con jornadas abiertas de reparación en el barrio para que todos puedan mostrar sus saberes a sus vecinos. Si bien tienen muchas expectativas para que este año se repita la experiencia, aún no tienen la confirmación para poder anunciar los ciclos de formación.
Una de las últimas ideas de este grupo de gente inquieta que busca unir, enseñar y llevar estas experiencias a lo largo de todo el país es Reparar.org, un directorio de servicios de reparación, donde cualquiera pueda sumarse sin costo. Ofrece una guía interactiva donde se puede encontrar reparadores en todos los barrios porteños y del Conurbano bonaerense.
En todos los barrios, hay reparadores, solo hay que buscarlos. José hace más de 40 años que se dedica a reparar toda clase de objetos electrónicos y electrodomésticos, el oficio lo heredó de su padre. “Cada vez más se acerca la gente a arreglar, muchos preguntan, piden presupuesto y a veces no llegar ni a poder pagar la reparación. Por ahora no puedo tomar más trabajos hasta que libere un poco el negocio. En general estos meses de verano son tranquilos, pero este verano hay mucha demanda”, señaló sentado en su local rodeado de televisores y electrodomésticos.
Sin largos planes de cuota sin interés, todo es más complicado. A veces no es mucho lo necesario para resucitar un objeto y ahorrarse el recambio.