Según datos del INDEC, la pobreza urbana alcanzó al 53% de la población en el primer semestre del año, un nivel similar al que se produjo durante la crisis del 2002, cuando llegó al 54%. "Es claro que el aumento de la pobreza es un problema tan grave como crónico", remarcó el IDESA.

Una evidencia clave para entender la persistencia de la pobreza en un contexto de creciente gasto asistencial es la fuente de ingresos de los hogares. De acuerdo con lo informado por el INDEC, entre los hogares urbanos se observa actualmente que:

• El 77% de los ingresos familiares proviene de fuentes laborales y el restante 23% de fuentes no laborales.
• Entre los hogares no pobres, el 81% de los ingresos proviene de fuentes laborales y el 19% de fuentes no laborales.
• Entre los hogares pobres, el 53% de los ingresos proviene de fuentes laborales y el 47% de fuentes no laborales.

"Estos datos muestran que la principal fuente de ingresos de las familias es el trabajo. Las otras fuentes de ingresos -transferencias del Estado (jubilaciones y ayudas asistenciales), ahorros, rentas, cuotas alimentarias, etcétera- ocupan un papel complementario", resaltó el informe. Sin embargo, una particularidad decisiva es que en el segmento de los hogares pobres prevalece el empleo informal. El 55% de los hogares está sostenido por un jefe de hogar o cónyuge, que en ambos casos son informales o no cuentan con un empleo, y el 82% de los informales está entre los cinco primeros deciles de salarios más bajos del mercado laboral.

Tener un empleo en blanco no significa dejar de ser pobre

Según un informe de Eduardo Chávez Molina y José Rodríguez de la Fuente, investigadores del Instituto Gino Germani, dependiente de la Universidad de Buenos Aires, en Argentina existen más de 2 millones de trabajadores formales en situación de pobreza.

El cálculo está hecho en base a la Encuesta Permanente de Hogares (EPH), que toma en consideración los principales conglomerados urbanos del país y excluye las ciudades de menos de 200.000 habitantes. Si se extrapolase a la totalidad de la población, la cantidad podría ser todavía mayor.

"Uno de los hallazgos más importantes es la creciente presencia de trabajadores pobres, quienes a pesar de estar empleados no logran superar la línea de pobreza. Este fenómeno es más agudo entre los trabajadores no registrados, con una tasa de pobreza superior al 70%, mientras que los trabajadores regulados enfrentan una pobreza del 30%. Esto evidencia que el empleo formal, aunque brinda cierta protección, no es suficiente para mitigar el impacto de la crisis", indicó el informe.

¿Qué necesitan los argentinos para salir de la pobreza?

En pocas palabras: trabajo. Así, al menos, fue la respuesta más repetida en la encuesta que realizó la consultora Voices! para La Nación. Allí, el 60% de las personas consideró que la principal prioridad del Estado para asistir a aquellas personas que viven en situación de pobreza debería ser la creación de oportunidades laborales.

¿Qué le sigue?

• Mejorar la educación (37%)
• Ofrecer capacitaciones para el trabajo (30%)
• Asegurar la alimentación (20%)
• Solo un 7% señaló que debería proporcionar un apoyo económico directo, como por ejemplo a través de planes sociales.

Trabajo y pobreza: ejes y preocupaciones

A todos estos datos se suma el Índice de Incertidumbre Económica que realiza el Centro de Analítica Económica y Empresarial de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Católica Argentina (UCA). Este indicador resume las opiniones económicas transmitidas por comentarios en canales argentinos de la plataforma YouTube, lo que la casa de altos estudios ha constatado es un valioso centro para recopilar información económica.

A través de herramientas de IA encontraron que en lo que va del año cayeron persistentemente las referencias a la inestabilidad económica. Más específicamente, al sumar las referencias a la inflación y al dólar se observa que en julio representaron 35,1% de los temas de discusión identificados. En enero representaron el 43%.

En contraste, se resaltó el crecimiento de las referencias al trabajo y a la pobreza, que en julio representaron 29,4% y 27,2%, respectivamente. Desde enero, la suma de las referencias a estos dos temas registró un crecimiento de 8,3 puntos porcentuales.