En los peores momentos, todo puede cambiar. La historia del empresario Fabián Barros Requeijo es de resilencia: tuvo una infancia dura, fue detenido y torturado por la dictadura militar y logró resignificar el dolor. Ocupó diversos cargos públicos hasta que a los 50 años se reinventó como inversor ángel. Se dedica a detectar empresas tecnológicas con problemas y resucitarlas. Preside Pay Per TIC, la segunda plataforma de pagos y recaudación automática en volumen de operaciones. Asegura que este es el mejor momento para invertir.

Cuando se le pide que se defina, señala: “Soy inversor ángel, invierto en startups del ‘Valle de la Muerte’. No me gusta jugar al fracaso colectivo, ya invertí en 16 empresas. Algunas las desarmo, otras las continúo, veo si hay un activo de clientes, de productos, de management, las pivoteo, las desarmo, cacheteo a los emprendedores, les pongo plata y las saco adelante”.   

Un empresario que busca empresas para invertir

El presidente de Pay Per TIC, que se atrevió a competirle a Prima y First Data, tiene varios casos estrellas. “Contabilium es el principal sistema contable que se usa en Mercado Libre. La tomé con 70 clientes y hoy tiene más de 5000. Invertí en RapiHogar en septiembre del año pasado, es un market place o la uberización de los oficios. Trabaja para consumidor final o empresas y hoy está desbordada de trabajo. Todo el mundo esta rankeado y ya tenemos una red de 3.000 prestadores. La saqué de la quiebra, ganamos en el mismo segmento que ocupaba IguanaFix”, dice.

En estos días esta muy entusiasmado con Jesús María, una localidad cordobesa a la que se propuso cambiarle la vida. Cuenta a BAE Negocios: “Fondearte es una plataforma de block chain que se ofrece como marca blanca en Jesús María, estamos tockenizando los créditos fiscales para que se consuman en la localidad.  La idea es desarrollar un ecosistema económico local, todo esta basado en la reputación y los comercios van a ofrecer descuento por pago con créditos fiscales. Jesús María es un leading case, ahora repetiremos la experiencia en Mendoza. La idea es estimular los comercios afectados por la pandemia”.

La idea de Barros Requeijo es recrear un Compre Jesús María. Para los pagos digitales esta Pay Per TIC, la billetera que él preside y que atiende a 167 municipios y gobiernos y tiene 700 clientes. “No podemos esperar que los gobiernos hagan las transformaciones, como decía Gandhi. Tenemos que ser el cambio que queremos ver en el mundo. Hoy las empresas son mucho más poderosas que el propio Estado. Las empresas debemos tener un propósito social. Hemos informatizado la Justicia de San Luis, el Poder Judicial de Córdoba. Mi objetivo es seguir invirtiendo en empresas”.

Cuando comienza a hablar de los cambios que busca hacer en los municipios, se transforma. “Las comunidades se tienen que apropiar de su monetización, lo injusto cuando hay agentes económicos que basan su crecimiento en el decrecimiento de resto. Tenemos que reeditar las tribus del Siglo XXI para que todos se puedan ayudar entre todos”, señala.

Negocios para hinchas de clubes de fútbol:

En la pandemia, en pleno aislamiento, busca impulsar las tribus urbanas de los clubes de fútbol. El inversor ángel explicó a BAE Negocios: “Un hincha no va a un club de fútbol, es de ese club. La idea es arrancar y hacer una economía propia con el club Nueva Chicago. Si sos hincha de esa entidad queres comprar la carne en una carnicería de un hincha, lo mismo cuando vas a una pizzería. Hoy son 79 los clubes que recaudan con Pay Per TIC desde Chacarita, Ferro, All Boys, Nueva Chicago, Platense, entre otros. Lo queremos replicar en todo lo que sea identitario”.

Está, además, muy ocupado en impulsar Emprende.red una red social de emprendimientos que tiene un banco de recursos. “Queremos hacer un inventario de recursos económicos ociosos de cada economía, un galpón vacío que no se puede alquilar, pero tiene una deuda y necesita dinero. Es una cocreación de nuevas empresas, unir conocimientos con activos ociosos.  Para mí, generar valor es tener la capacidad de contribuir solucionando.

Resilencia

Su historia de vida fue dura. Hijo de gallegos, vivía en Independencia y Pozos en Balvanera. “Mi papá murió a mis 9 años y nos ayudaban y me daban de comer los vecinos, nací en condiciones de extrema pobreza. Mi manera de resignificar el dolor es ayudar a que otro no pase por lo mismo.  Sobreviví de casualidad, me torturó la dictadura. Yo quería ser militar y haciendo la colimba vi algo que no tenía que ver. Fui asesor presidencial, me fui a vivir a Valencia, volví y me reinventé a los 50 años. Mi familia es peronista y yo soy radical, cuando decidí entrar a la política, mi mamá me hacía campaña en contra, iba a la iglesia y decía no voten a mi hijo”, cuenta.

Será por eso que hoy quiere cambiarlo todo. Empresa que ve en el Valle de la Muerte, como él le dice, intenta rescatarla: “Río revuelto, ganancia de pescadores. La mitad de la sociedad se tiene que reinventar y la otra debe basar su core business en la tecnología. Es un gran momento para invertir. Estoy absorviendo empresas e invierto moderadamente porque no me da el cuero. Todas las startups quiebran por la caja, no por su idea. Por falta de asesoramiento. Por eso cuando se la están por pegar, veo el problema, la caja, la escala, la obsolescencia y trato de ver el activo subyacente, la capacidad del management, los productos, los clientes, invierto y las saco adelante”.

Ante la pregunta de dónde es conveniente invertir hoy, el inversor ángel explica: “Invertiría en empresas de base tecnológica que estén pasando problemas o tengas problemas de escalabilidad. Hay un flujo importante de inversión”. El contexto de la pandemia que endureció todas las condiciones, es un terreno fértil para lo que quieren invertir.