El ahora ministro de Agroindustria, Luis Miguel Etchevehere remarcó en su paso por Aapresid que están dado todos los pasos para que sea el Congreso el lugar desde donde debe salir finalmente una nueva ley de semillas y no por la vía del decreto.

"Seguimos trabajando para conseguir los consensos, los votos de Cambiemos están todos comprometidos y ojalá podamos tener el apoyo de los partidos de la oposición", señaló el funcionario a los medios.

Lo del consenso está por verse. Vale recordar que en abril pasado Cambiemos logró enviar el dictamen para modificar la actual ley, pero la falta de votos hizo que quede en la nada. Fuentes parlamentarias del oficialismo se mostraron enojados con la posibilidad de que el Ejecutivo saque un decreto y señalaron que se trata de una presión de las empresas semilleras.

Del lado de las entidades, la única integrante de la Mesa de Enlace que se mostró contraria a la iniciativa es Federación Agraria Argentina (FAA). Las demás acompañan la propuesta.

Las fuentes señalaron que "el orden público" es la discusión que rige entre todas las fuerzas, pero entienden que la misma terminará siendo escrito en la futura iniciativa pese a la oposición de las empresas.

Las industrias manifestaron en su momento que el orden público es un tema que "no tiene que estar, pero salió así". Lo que está puesto en el dictamen "no es inocuo, pero tampoco es determinante". Sucede que el proyecto sólo establece para algunos casos la intervención del Estado. Para los bloques de la oposición, "es necesario que esté en toda la ley".

Meses atrás en una entrevista otorgada a este diario, el presidente de Syngenta, Antonio Aracre, fue duro con el presidente Mauricio Macri.

Consultado por la falta de una nueva iniciativa, el empresario sostuvo: "Él llegó al gobierno prometiéndonos a todos que venía a generar una revolución del conocimiento, a poner el país en orden, a resultar creíbles a los inversores e hicimos mucho trabajo para convencerlo a él y a todos los actores de la cadena de que una ley de semillas podría traer todas esas inversiones y empleos que la Argentina necesita, pero el Gobierno no ha sabido articular en el Congreso los acuerdos necesarios para que los partidos de la oposición lo acompañen en una ley que generaría todos esos empleos".

Ahora está en manos del Presidente qué hacer. Si sale mal, el Gobierno deberá cargar con ese peso.