Google enfrentó a sus detractores en un juicio antimonopolio: "Fueron derrotados en el mercado"
Este martes se dieron a conocer los primeros alegatos ante el tribunal. EEUU acusó a Google de mantener su monopolio de búsqueda con prácticas ilegales
El juicio antimonopolio del Departamento de Justicia de Estados Unidos contra Google comenzó este martes por la mañana en Washington, y se prevé que se extenderá por diez semanas. Se trata de la mayor amenaza legal que la empresa tecnológica haya afrontado jamás, tras ser acusada de mantener su dominio de búsqueda de forma ilegal durante más de una década.
El motor de búsqueda de Google conservó durante años el liderazgo en la industria, con una cuota del 91% del mercado, según Similarweb, al punto de que su utilización se convierta en un verbo de uso cotidiano mundial: ´googlear´. Ahora, el Gobierno federal de Estados Unidos y más de tres docenas de Estados acusan a la empresa de haber protegido este monopolio con acuerdos de USD 10.000 millones por año.
Según el abogado del Departamento de Justicia, Kenneth Dintzer, Google pagó esa cifra de dinero para que los creadores de los teléfonos inteligentes, como Apple, configuren al buscador de Google como el navegador predeterminado exclusivo. Así, supuestamente habría sometido a la competencia, para mantener el monopolio de búsqueda.
Los argumentos en la apertura del juicio
"Google mantuvo ilegalmente un monopolio durante más de una década", expresó Dintzer, sin ir más vueltas, en su declaración inicial en el Tribunal de Distrito de Columbia. Según difundió The New York Times, se metió de lleno en los acuerdos en los que Google paga para ser el proveedor predeterminado de búsqueda en los smartphones. Acuerdos que el equipo defensor de Google argumenta que no bloquean el mercado, al contrario de lo que dice el Departamento de Justicia.
El abogado de Google, John Schmidtlein, que forma parte del bufete de abogados Williams & Connolly, alegó que el Gobierno pintó una imagen inexacta de la posición de la empresa en el mercado. "Hoy en día, los usuarios tienen más opciones de búsqueda y más formas de acceder a la información online que nunca", dijo, y sostuvo que cualquiera puede cambiar el motor de búsqueda predeterminado tan solo viendo un instructivo en YouTube (propiedad de Google).
Los cronistas presentes en el juicio relataron que Schmidtlein se enfocó también en refutar la idea de que Google es responsable del daño al buscador Bing, de Microsoft: "En cada coyuntura crítica, la evidencia mostrará que fueron derrotados en el mercado", argumentó.
A su vez, dijo que algunas de las políticas de la compañía en el centro del caso aumentan la competencia, como por ejemplo los acuerdos para precargar aplicaciones de Google en teléfonos Android, que ayudan a crear un contrapeso al sistema operativo iOS de Apple.
Schmidtlein dijo, además, que impedir que Google realice acuerdos de distribución de búsquedas debería ser un “anatema” para la ley antimonopolio estadounidense, lo que presenta a Google como el mejor motor de búsqueda en un panorama tecnológico competitivo.
El caso antimonopolio contra GoogleEl Departamento de Justicia pasó tres años construyendo el caso, que inició durante la presidencia de Donald Trump, y que ahora heredó Joe Biden. Para defenderse, la tecnológica contrató a cientos de personas, a tres poderosos bufetes de abogados y gastó millones de dólares en honorarios legales y cabilderos, según aseguraron los medios estadounidenses.
Desde que salió a la luz la acusación, Google defendió que sus acuerdos con Apple y otros no eran exclusivos y que los consumidores podían alterar fácilmente la configuración predeterminada de sus dispositivos para elegir buscadores alternativos.
A través de un comunicado de Kent Walker, responsable de asuntos globales de la empresa, apuntó: "Facilitar que las personas obtengan los productos que desean y así beneficiar a los consumidores está respaldado por la ley antimonopolio estadounidense. En resumen, la gente no usa Google porque tiene que hacerlo, sino porque quiere".
Ante este argumento, los abogados del Departamento de Justicia precisamente se enfocaron en que la ley antimonopolio de Estados Unidos facilitó esta estrategia de Google. Gary Reback, por ejemplo, dijo: "Microsoft fácilmente podría haber matado a Google en la cuna, y a Amazon y a Facebook, pero no lo hicieron debido a las leyes antimonopolio". Así, la cuestión en juego es si una empresa que tiene el dominio de Google debería o no tener permitido efectuar este tipo de acuerdos.
El juez federal Amit P. Mehta, quien fue designado para el cargo en 2014 por el expresidente estadounidense, Barack Obama, será quien dicte sentencia en este proceso sin jurado. Como se trata de un caso de interés general, el juicio se mantuvo abierto para el público y para la prensa, pero The Washigton Post adelantó que es probable que algunos detalles queden ocultos como secretos comerciales.
A su vez, advirtieron que pueden pasar años antes de que quede claro cómo el caso va a afectar la trayectoria de Google, incluidas sus perspectivas emergentes en el sector de la inteligencia artificial, y que la sentencia no se conocerá hasta el próximo año.