La histórica pizzería Pin Pun, un clásico del barrio de Almagro resiste a la pandemia como puede. Sostiene a sus 27 empleados con una facturación que apenas alcanza el 30% de las épocas normales. El viernes decidieron sacar cuatro mesas y sillas a la vereda, las ubicaron en la parada del colectivo que no funciona desde mayo, la foto se viralizó y en pocos segundos, la policía de la Ciudad les ordenó sacar todo.  

Pin Pun es una pizzería tradicional que fue fundada en 1927, ubicada en la avenida Corrientes entre Salguero y Bulnes. Su fuerte es la pizza de muzzarella al molde y sus empanadas fritas, que se pueden comer en la barra o en las mesas. Sus dueños actuales la manejan desde la década del ’60. Si bien por muchos años fue la única, luego fueron abriendo otras sucursales. Sumaron un local de Pin Pun tipo bodegón en el barrio de Villa Urquiza; otro en Monte Castro con espacio para juegos de chicos y en 2019, abrieron en Lomas de Zamora. El único que vende sólo pizza y empanadas es el de Almagro, los otros venden toda clase de comidas y minutas.

Los propietarios de Pin Pun tienen otros locales gastronómicos, pero comparten sociedad con otros socios. Algunos son pizzerías como: Solera, Pétalo, Genova, Asturia, San Pedro, Natacha, Ditali, Cerveceria Lopez. Además de La Posta de Achával en Directorio y Achával.

Como todo el sector gastronómico, Pin Pun atraviesa un duro momento, por eso decidió sacar cuatro mesas con sillas a la vereda, pese a no tener la habilitación. Sin permiso y bajo la parada de las líneas de colectivos  92 y 71, hizo que las fotos de viralizarán y llamaran la atención al instante.

La foto que se viralizó en las redes y advirtió a las autoridades de la falta

Alejandro Barreira representante comercial de Pin Pun señaló a BAE Negocios: “Esa parada de colectivos no funciona desde mayo, porque el Gobierno porteño decidió hacer sendas peatonales. La verdad es que vimos que McDonalds tenía dos mesas afuera y necesitábamos facturar más, las sacamos. El 80% sacó las mesas afuera sin permiso. Pero el Jefe de calle del Gobierno de la Ciudad nos pidió que las sacáramos y nos dijo que había una denuncia de un vecino, algo raro, quizás fue la competencia. El tema es que al viralizarse, llamó la atención. La Ciudad nos dijo que no podemos tener el permiso porque están justo las paradas, lo cierto es que no funcionan”.

De lunes a viernes la barra les asegura el 70% de la facturación, algo que se revierte los fines de semana. “Cuando arrancó la cuarentena llegamos a facturar el 7,5% de un día normal, fuimos creciendo de a poco y hoy con delivery y take away promediamos el 30%. Sin los ATP, seguramente hubiésemos tenido que cerrar.  Nos ayuda que nos perdonan los Ingresos Brutos, pagamos los servicios en cuotas, pudimos pagar sueldos, aguinaldos y obra social, el resto lo debemos. Pedimos un préstamo y ya tuvimos que empezar a devolverlo, sin haber abierto”, señaló Barreira.

La situación es compleja, el responsable de Pin Pun contó: “Tenemos cuenta corriente con nuestros proveedores, porque hay meses como enero, febrero y marzo que la facturación baja y les pagamos apenas se recompone. Nos agarró la cuarentena con una deuda y tuvimos que negociar uno por uno. Logramos que nos den mercadería pero tenemos que pagarla al contado. No queremos tomar más créditos porque vemos que el futuro es incierto”.

Necesitan vender más, pero sin mesas afuera por culpa de la parada de colectivos, no pueden ni podrán usar su vereda. Algo similar le pasa al bar La Academia, que tiene una vereda angosta, un banco que le puso la Ciudad y un aviso de vía pública que le impide ocupar toda la vereda.  

En Pin Pun repiten que van a resistir, que no quieren cerrar ni despedir a alguien. Saben que la histórica pizzería de 93 años, es parte del barrio. Entre sus fanáticos se encuentran: el director técnico Ricardo Caruso Lombardi, el periodista Roberto Leto, el escritor Washington Cucurto y Palito Ortega quien hasta filmó escenas de una película ahí adentro. Ivan Noble, Joaquín Levinton de Turf y Cucho Parisi de Los Auténticos Decadentes son algunos de los que no se pierden una porción de pizza de muzzarella al molde.

Los dueños no quieren cambiar nada del local de Almagro, dicen que lo van a mantener con ese estilo clásico de pizzería de barrio. Basta pasar por la puerta para descubrir que las empanadas se fríen en grasa. Los mozos y el personal de Pin Pun están orgullosos, durante cuatro años ganaron el premio a la mejor atención a los clientes y en 2015 a la mejor pizza de muzzarella otorgado por Muza 5K. Cuentan que en 2018, los vecinos porteños los eligieron como la mejor pizza de la Ciudad, según una votación que organizó el Gobierno porteño.

Uno de los secretos que confiesan es que sus pizzas tienen casi 450 gramos de muzzarella, por eso tienen tantos fanáticos. Una grande de muzza en tiempos de pandemia cotiza a $420. Pese a todas las necesidades, sostienen el precio para que siga al alcance de todos.