Con rápidos reflejos, la empresa Pyme láctea Luz Azul tuvo que reconvertirse desde la llegada de la pandemia. Reformuló su modelo de negocio y pudo compensar la pérdida de las ventas al canal gastronómico, abrió siete locales franquiciados y aumentó la comercialización de sus productos.    

Fundada en 1971 por la Cooperativa de luz de Azul, en 2012 pasó a manos de Gabriela Benac e Ismael Bracco. Hace ocho años, arrancaron con 15 empleados y procesaban 14.000 litros de leche al día, hoy procesan 80.000 litros diarios y tienen 120 personas en relación directa. Cuentan con 42 locales, de los cuales 6 son propios y el resto franquiciado. Sumando a todo el personal, 300 personas trabajan para Luz Azul.

Su fundadora contó a BAE Negocios: “Nuestro modelo de negocio es ir sumando a otras pymes de todo el país para ofrecer a los consumidores productos que llegan directamente desde su productor. Con Luz Azul vendemos leche larga vida, ricota, quesos, mozzarella y dulce de leche. Tenemos alianzas comerciales para la venta de fiambres, tapas de empanadas, jugos de fruta y aceitunas. Cada productor pone su precio y se beneficia el fabricante y el consumidor que se ahorra un eslabón de la cadena, el distribuidor y puede conseguir los productos hasta un 25% más económicos”. Suma una sola empresa por categoría de producto.

Una de las decisiones que tomó Brenac, le dio un giro a su negocio: “Hemos cortado toda la venta mayoristas a los distribuidores, no queremos que se enfrenten a nuestros locales ya que tenemos presencia en 42 zonas y abriremos más, esperamos superar los 50 a fin de año. Cambiamos de estrategia comercial, o sea que nuestros productos sólo se consiguen en los locales de la cadena. La caída en las ventas del canal gastronómico fue total, cuando reabran les venderemos en forma directa”.

A diferencia de otras franquicias que bajaron los requisitos para mantenerse en el negocio, en Luz Azul todo se mantuvo igual. “El último local lo abrimos el mismo 19 de marzo en Almagro, sumamos barrio norte, Congreso, Bragado y las provincias de San Juan, Tucumán y La Rioja. Las próximas aperturas serán en Zárate, Florencio Varela, Pilar y Río Negro. Hay varios que ya tienen un local y abrieron el segundo o tercero en la cuarentena. Para abrir una franquicia se requiere una inversión de U$D60.000, un local de 80 a 120 metros cuadrados y tres o cuatro empleados. La franquicia es cerrada les proveemos los productos y no pueden sumar otras marcas que no sean las que tiene toda la cadena. El fee de ingreso es de U$D5000 y por publicidad abonan el 1% de la facturación mensual”.

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