Mansión de Hollywood en la que se cometió un famoso crimen no encuentra dueño
La tiraron abajo y le cambiaron la placa de la calle, pero nadie quiere pagar 70 millones de dólares para vivir donde Charles Manson asesinó a Sharon Tate
En las Colinas de Hollywood hay una joya arquitectónica que esta hace 10 años a la venta y no consigue comprador. Todos van a curiosear el número 10050 de Cielo Drive, en el vecindario de Benedict Canyon en Los Ángeles, pero nadie está dispuesto a invertir para vivir ahí. La razón: en esa dirección estaba la mansión en la que fue asesinada Sharon Tate y otras cuatro personas, por los integrantes de la secta liderada por Charles Manson en 1969.
Lo curioso es que hoy no queda ni un ladrillo en pie de la mansión donde Sharon Tate recibió 16 puñaladas. El último inquilino de esa casa fue Trent Reznor, fundador de la legendaria banda de rock Nine Inch Nails. Instaló allí su estudio de grabación y residencia. Cuando se fue, la casa fue demolida y en su lugar “los nuevos propietarios del lugar lo sustituyeron por una mansión de 1.600 metros cuadrados, con nueve dormitorios y 13 cuartos de baño. Por fin, en 2010, solicitaron un cambio de dirección para borrar, en la medida de lo posible, las huellas de la infamia. Como consecuencia de ello, ahora mismo, entre los números 10048 y 10052 de Cielo Drive no está el número 10050, sino el 10066, el último de la calle”, cuenta un artículo publicado por El País.
Una mansión de Hollywood en ofertaSu actual propietario, el productor Jeff Franklin ya no sabe que hacer para poder vender esta casa. “Lleva más de diez años a la venta y no ha dejado de bajar de precio desde entonces: 97 millones en 2019, 85 en enero de 2022 y menos de 70 tras el último reajuste. La revista Architectural Digest considera que podría resultar una inversión “magnífica” si no fuese, claro, ‘porque se trata de un lugar maldito a cuya leyenda fúnebre ya casi nadie quiere asociarse’”, contó Miquel Echarri en el matutino.
En la revista House Beautiful, citan que Franklin compró la propiedad en enero de 2000 a 6 millones de dólares e invirtió una fortuna en convertirla “en una de las joyas de la corona inmobiliaria de Benedict Canyon”. El País menciona que “Tal vez Franklin no tuvo en cuenta un dato: en una encuesta de 1997, el 87% de los habitantes de Los Ángeles declararon que ‘bajo ningún concepto’ estarían dispuestos a vivir en un lugar en que se ha cometido un crimen tan notorio. Y el 13% restante no dispone, al parecer, de 70 millones de dólares.
El único que se sintió atraído por el morbo de esa casa fue Reznor que vivió e instaló su estudio y confesó que lo atrajo su leyenda negra. “El 9 de agosto de 1969, la "familia" del gurú lisérgico Charles Manson asesinó a Sharon Tate y cuatro de sus huéspedes en el que sigue siendo, 54 años después, uno de los crímenes más célebres de la historia. ‘Por entonces’, admitía el músico en una charla con Rolling Stone, ‘yo compartía con gran parte de los estadounidenses la fascinación morbosa por los asesinos en serie, por todo el folclore enfermizo que los rodea, y Manson, que seguía concediendo entrevistas delirantes y grabando música desde su celda en la prisión de Corcoran, me resultaba irresistible’”, relató Echarri.
Su curiosidad lo enfrentó con la de miles que peregrinaban por esa casa de día para sacarse fotos y de noche para hacer ofrendas y cantar canciones de Manson a los gritos. Decidió irse, tras un encuentro casual en 1993 con Debra, la hermana menor de Sharon Tate. “Ella me preguntó si no estaba explotando de manera siniestra y morbosa la muerte de su hermana, y yo tuve que admitir que sí, que era de una frivolidad intolerable contribuir a la mitificación de una parte de la historia de los Estados Unidos que había causado tanto dolor, que las víctimas de Manson y su gente fueron seres humanos reales que en absoluto merecían lo que les pasó”, señaló.
Cuando entregó las llaves el lugar fue demolido. Pero por más que no quede ni la dirección, ni la casa, nadie quiere invertir. En casi los últimos cuatro años bajó un tercio de su valor, pero igual nadie la compra.