Pese a los aranceles, la mayor fabricante de joyas del mundo no piensa mudarse a EEUU
El CEO de Pandora afirmó que Estados Unidos no cuenta con mano de obra calificada y advirtió sobre el impacto de los aranceles impulsados por Trump. Una artesanía que no cruza fronteras
La joyería artesanal no se improvisa. Ese es el mensaje que Alexander Lacik, CEO de Pandora, transmitió esta semana al descartar de plano la posibilidad de trasladar la producción de la compañía a Estados Unidos. “No funciona simplemente”, afirmó en una entrevista con Bloomberg TV, al argumentar que no es viable encontrar la cantidad suficiente de trabajadores con experiencia artesanal en norteamérica.
Pandora, la mayor fabricante de joyas del mundo por volumen, produce el 95% de sus piezas en Tailandia, donde emplea a casi 15.000 personas. El propio Lacik explicó que no se trata solo de una cuestión de costos. “Empleo hasta 15.000 artesanos en Tailandia. No puedo encontrar esa cantidad de talento que tenga esta experiencia artesanal en EEUU”, dijo a CNBC. La firma también cuenta con empleados en Vietnam, India y China, mientras que en Estados Unidos mantiene alrededor de 8.000 trabajadores, principalmente fuera del área de producción.
El nuevo paquete de aranceles recíprocos anunciado por el presidente Donald Trump el pasado 2 de abril impactó directamente sobre Pandora. Las tasas alcanzan un 36% para productos procedentes de Tailandia y hasta un 46% para los de Vietnam. La empresa danesa calculó que estas medidas generarán un costo de 1.200 millones de coronas danesas anuales (182 millones de dólares), con un impacto de 700 millones (68 millones de dólares) ya en 2025.
Si bien Trump luego aplicó una pausa de 90 días y redujo los aranceles al 10% para todos los países excepto China, el daño ya está hecho. Pandora ya aumentó sus precios dos veces en los últimos doce meses: un 5% en octubre de 2024 y otro 4% en abril de este año, según su informe financiero, para contrarrestar la suba del precio de la plata, que se duplicó en cinco años.
La empresa también recortó su proyección de rentabilidad para 2025. Ahora espera un margen del 24% sobre las ganancias antes de intereses e impuestos, una baja respecto al 24,5% que había anticipado. En cambio, mantuvo sin cambios su previsión de crecimiento orgánico, entre el 7 y el 8%.
Según Lacik, Pandora puede absorber los efectos de un arancel del 10%, aunque ya puso en marcha medidas para mitigar el impacto. Por ejemplo, la empresa comenzó a buscar nuevos países para abastecerse de materiales como mobiliario y cajas, que hasta ahora importaba de China. También reorganiza su logística para enviar directamente productos a Canadá y América Latina, sin pasar por su centro de distribución en Baltimore.
El problema, explicó el CEO, no es solo el costo: “Lo más preocupante de todo esto es que no es predecible”, dijo a CNBC. “Creo que esto aqueja a la mayoría de las personas como yo, que estamos del lado empresarial”.
La situación generada por la guerra comercial no es exclusiva de Pandora. Otras marcas del sector también dependen de mano de obra asiática y enfrentan los mismos desafíos. Pero los consumidores sentirán las consecuencias. “Podríamos decir que, si estos aranceles se mantienen, todo va a ser más caro para cualquiera que participe de alguna forma”, advirtió Lacik. “Y, por lo tanto, deberíamos esperar que los precios para el consumidor tengan algún cambio”, afirmó.