Se buscan modelos de Jesús para el curioso oficio de posar como el Salvador
Cobran entre 100 y 200 dólares por hora y participan en decenas de sesiones. La clave es no ser vecino de un cliente potencial: “Mientras no sepan quién soy, solo ven a Jesús”, dice uno de los modelos
Bob Sagers paseaba por un festival de música indie cuando un desconocido le pidió su número de contacto. “¿Te han dicho alguna vez que tienes cara de Jesús?”, le preguntó el hombre. No era una frase para ligar. Su esposa, artista, buscaba modelos religiosos.
Así comenzó la insólita carrera de Sagers como modelo de Jesús. Con 1,90 m de altura, pelo rubio hasta los hombros y barba espesa, este joven de 25 años que trabaja como vendedor de quesos en una tienda de comestibles de Salt Lake City, empezó a posar en sesiones fotográficas religiosas en Utah, un estado donde las imágenes de Jesús son un elemento indispensable en muchas familias cristianas.
Los modelos que encarnan a Jesús están cada vez más solicitados, reveló The Wall Street Journal, en una nota escrita por Bradley Olson. Se les contrata para retratos familiares, anuncios de bodas y postales navideñas. Sagers, quien lleva casi cuatro años en esta actividad, cobra entre 100 y 200 dólares por hora y ha posado en decenas de sesiones. En Argentina, contratar la visita de Papa Noel para la entrega de regalos cuesta entre $3000 y $6.000 el minuto.
“Soy un Jesús bastante alto”, bromea Sagers, quien admite que el trabajo también conlleva expectativas personales: “No solo esperan que te parezcas a Jesús; esperan que actúes como Él”.
El mercado para este tipo de modelos refleja una tendencia única en Estados Unidos, particularmente en Utah, donde la cultura religiosa tiene profundas raíces. MaKayla Avalos, fotógrafa en Ogden, contrató a un modelo para que apareciera como Jesús en fotos con sus hijos. “La mayoría de los cristianos tienen arte religioso en casa”, explica. “Esto lo hace más personal”.
Desde que publicó las imágenes en redes sociales en 2020, Avalos ha fotografiado a más de 50 familias con un modelo vestido como Jesús en escenarios que evocan la antigua Judea, como las salinas de Bonneville. Pero advierte que no todos los niños reaccionan bien: “Si tu hijo no quiere sentarse con Papá Noel, probablemente tampoco querrá hacerlo con Jesús”.
Sin embargo, encontrar modelos en Utah no es sencillo. Muchas instituciones ligadas a la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, como la Universidad Brigham Young, imponen códigos de honor que prohíben las barbas y el pelo largo. Los hombres que deseen dejarse barba necesitan permisos especiales.
Jai Knighton, modelo profesional de 32 años, encontró su vocación después de graduarse en la BYU y dejarse crecer la barba. Desde 2021, ha posado en múltiples sesiones como Jesús, adaptando su interpretación a las expectativas de los clientes. “El Jesús estoico intimida. Prefiero uno cálido, como en la serie 'Los Elegidos', que se ríe con sus discípulos”, comenta.
Para Terry Holker, de 50 años, el trabajo también puede ser emocional. En una ocasión, mientras posaba en las salinas, una mujer le pidió que le tomara la mano. “Sabés que no soy el verdadero Jesús, ¿verdad?”, le dijo. La mujer respondió que estaba buscando una señal de Dios y encontró consuelo en su presencia.
Holker, uno de los primeros en adoptar esta actividad, inició su carrera hace más de una década, creando retratos para regalar a su madre. Desde entonces, ha distribuido sus fotos en lienzo en numerosas casas del valle de Utah. Aunque no cobra por posar, vende las impresiones para recuperar los costos. “La gente me dice: ‘Este es el hijo de mi vecino’, pero mientras no sepan quién soy, solo ven a Jesús”.
La demanda de modelos que encarnen a el Salvador sigue creciendo, convirtiendo un aspecto particular en una oportunidad única de negocio y de conexión espiritual.