Javier Milei encabezó el acto por los 90 años de la DAIA
El Presidente habló en el aniversario de la DAIA en el Teatro Colón, con la presencia del canciller de Israel
En el acto por el 90° aniversario de la DAIA realizado en el Teatro Colón, el presidente Javier Milei volvió a marcar su postura frente al terrorismo y el antisemitismo. Durante su discurso, agradeció la invitación del titular de la entidad, Mauro Berenstein, y remarcó el acompañamiento de su gestión a la comunidad judía en el país.
Milei reafirmó la línea política que sostiene desde el inicio de su mandato: una "tolerancia cero contra el antisemitismo" y un respaldo explícito al Estado de Israel. En ese marco, lanzó una de las frases más fuertes de la noche: "Mientras otros gobiernos pactaban con Irán, nosotros pactamos con Israel para combatir el terrorismo".
El Presidente también destacó que su administración trabaja en una estrategia integral para erradicar los discursos de odio, señalando que se trata de una tarea urgente en un contexto global de creciente tensión y violencia.
Uno de los anuncios centrales del discurso fue la confirmación de que Argentina asumirá el próximo año la presidencia de la Alianza Internacional para el Recuerdo del Holocausto (IHRA). Para Milei, ese rol no solo refuerza un compromiso histórico del país, sino que también proyecta una posición activa en materia de memoria, educación y lucha contra los discursos de odio.
El Presidente destacó además la firma del Memorándum en defensa de la libertad y la democracia suscripto en su última visita a Israel. Contrastó esa decisión con la política exterior de administraciones anteriores al afirmar: "Mientras otros gobiernos pactaban con Irán para encubrir atentados terroristas en suelo argentino, nosotros pactamos con Israel para combatir el terrorismo y el antisemitismo". Planteó que el memorando busca reforzar la cooperación bilateral y crear un marco regional de trabajo basado en valores compartidos.
Los futuros "acuerdos de Isaac"En ese contexto, Milei anunció la intención de impulsar los llamados acuerdos de Isaac, inspirados en los acuerdos de Abraham firmados en Medio Oriente. El objetivo, dijo, es "profundizar los vínculos entre Israel y América Latina, desarrollando cooperación estratégica y solidificando los lazos diplomáticos". Aseguró que Argentina será el primer país de la región en promover esta agenda junto a Estados Unidos, lo que calificó como un paso fundamental para fortalecer alianzas en seguridad, tecnología y desarrollo.
El 7 de octubre como punto de quiebreEl Presidente definió el ataque del 7 de octubre como "un antes y un después, no solo para Israel o los judíos, sino para todo Occidente". Calificó el hecho como un acto de maldad absoluta y describió a Hamas como un enemigo con "voluntad y capacidad genocida", subrayando que Israel no enfrenta a un adversario convencional sino a una organización que dirige su violencia contra civiles sin distinción de edad o género.
Milei repasó la situación de los rehenes liberados después de dos años de conflicto y adjudicó ese logro a "la valentía de los soldados israelíes y al apoyo inquebrantable del presidente Trump". Agradeció lo que calificó como un "milagro", en referencia al retorno de los argentinos David Cunio, Ariel Cunio y Eitan Horn.
Los valores judeocristianos como base del desarrolloEn la segunda parte del discurso, el mandatario vinculó la situación argentina con lo que consideró un deterioro moral sostenido. Planteó que la distinción entre el bien y el mal se fue erosionando desde el poder y que esa confusión derivó en políticas que, según su visión, distorsionaron la noción de justicia y libertad. Criticó la utilización de la redistribución como mecanismo de poder y advirtió que "se empezó a hacer del pobre un esclavo del Estado".
Milei volvió a colocar a la decadencia económica del país en relación directa con el abandono de los valores judeocristianos, a los que definió como la fuente originaria del crecimiento y la defensa de la propiedad privada. Insistió en que esos valores explican la prosperidad económica y la expansión social.
Israel como modelo para la ArgentinaPara el Presidente, Israel representa un ejemplo de cómo una nación puede transformarse mediante el trabajo individual, la innovación y la defensa de la libertad. Recordó que el país fue fundado en un territorio desértico y en menos de ocho décadas logró consolidarse como una potencia tecnológica y productiva. "Apoyar a Israel es necesario para nuestro país —afirmó— porque significa apoyar los valores que hace 100 años nos hicieron grandes. Los abandonamos, y al abandonarlos nos hundimos en la miseria."