La Federación de Trabajadores de Industrias de la Alimentación (FTIA) y las cámaras empresarias del sector acordaron una mejora salarial del 5,7% para febrero, marzo y abril. A ese número se agrega una suma adicional de $30.000 bajo el rótulo de “por única vez” y no remunerativa.
La negociación colectiva no está fuera de la órbita fabril donde se suceden diferentes alternativas como los retiros voluntarios, suspensiones y despidos como también la solicitud empresaria de los Procedemientos Preventivos de Crisis (PPC). Esa herramienta legal habilita los ajustes de personal.
Hace también a esta paritaria lo que acontece en diferentes gremios respecto a la pérdida de poder adquisitivo desde 2023 a la fecha y con diferentes porcentuales de impacto, cuando el gobierno libertario activó su estrategia inflacionaria con herramientas tales como el ajuste de salarios, jubilaciones y pensiones.

Si de salarios se trata, BAE Negocios publicó un informe de la UBA sobre la caída del Salario Mínimo en mensura de dólares, incluso con comparaciones del poder adquisitivo de ese haber.
El acuerdo en Alimentación del 5,7% se pagará en 3 tramos, a saber; para febrero 2% no remunerativo, acumulativo sobre los salarios de diciembre 2024; otro 1,9% no remunerativo, acumulativo sobre los salarios de febrero 2025 y en abril, un 1,8% no remunerativo, acumulativo sobre los salarios de marzo 2025.

Más allá de que los márgenes del acuerdo superan la pauta establecida por la Casa Rosada, el pacto firmado entre gremio y empleadoras se establece desde el vencimiento de la anterior paritaria en diciembre y el acuerdo por tres meses no contempla mejoras para enero.
Con lo cual el incremento fue aplicado en un cuatrimestre, mientras que para los trabajadores y trabajadoras tiene algo de realce la suma extraordinaria de $30.000, que, según se pactó, las empresas deberán abonar, junto con el retroactivo de febrero y antes del 26 de este mes.
En tiempos donde algunos salarios y la mejora paritaria no llegan al rango de “aspiracionales”, la coyuntura de la negociación colectiva está dominada por el techo que impuso el gobierno.

Un tope que desde 2003 a la fecha, en algunos casos tuvo pujas políticas de fuerte conflicto, pero que para esta ocasión incluye modalidades de “paritaria cero”, como le fue notificado a la Unión Tranviarios Automotor (UTA) al menos hasta junio.
En Alimentación los sindicalistas reclamaban un incremento que equiparara la inflación, mientras que los empresarios ofrecieron primero un 3% para el cuatrimestre (1% para febrero, 1% para marzo y 1% para abril, sin aumento en enero) y luego un 2%, con mejoras para marzo y abril.