Mientras suena cada vez más fuerte la versión de que Jorge Macri será el candidato único de PRO en la Ciudad, en el larretismo aseguran que la candidatura de Fernán Quirós está indemne y la distancia entre un postulante y otro en cuanto a intención de voto es menor a la que pregonan desde el macrismo.

En el equipo de campaña del ministro de Salud porteño son conscientes que no cuentan con el apoyo mayoritario de los principales dirigentes de PRO. El jefe de Gobierno de la Ciudad, Horacio Rodríguez Larreta, apuesta por su funcionario, a pesar de que del lado del ex intendente de Vicente López aseguran que el alcalde cedió al pedido de Macri para que el candidato en la Ciudad sea su primo.

Sin embargo, desde la sede de Uspallata insisten en que todavía hay tiempo para que Quirós mejore en las encuestas. Tiene un nivel de conocimiento por arriba del 90% y, según algunas encuestas que manejan en el larretismo, la diferencia con Jorge Macri no es tanta. También creen que recién ahora, que está definido que María Eugencia Vidal no se meterá en la disputa porteña, será posible dimensionar el apoyo real que tiene entre los votantes de PRO. 

Aún así, Quirós tiene menos de dos semanas para alcanzar a Jorge Macri, que porta un apellido con un peso más que significativo en la Ciudad. El ministro de Gobierno es visto además como el elegido del ex jefe de Estado, razón por la que será difícil que su elección como postulante -más allá de que se respalde en los sondeos- no sea leída como una derrota del mandatario porteño.  

Tras la reunión del lunes pasado entre Macri, Rodríguez Larreta, Vidal y Patricia Bullrich, Jorge Macri y Quirós se comprometieron a ceñirse a las reglas impuestas por la dirigencia del partido y aceptar el resultado de las diferentes encuestas que se realizarán para definir quién será el candidato único. "No importa quién apoya a quién. El candidato que más mide es el que representará al PRO", explicó a BAE Negocios un referente de ese espacio político.

Como antecedente, ni siquiera Macri pudo incidir en las candidaturas en la provincia de Córdoba. A pesar de su rechazo a la figura de Luis Juez, el senador se convirtió en el postulante a gobernador de Juntos por el Cambio. La resolución se adoptó a partir de las encuestas, que arrojaron que el ex embajador argentino en Ecuador de Cambiemos estaba por encima del diputado nacional Rodrigo de Loredo. 

El propio ex presidente no tuvo otra opción que renunciar a una eventual candidatura luego de que verificar que los números no le eran lo suficientemente favorables como para arriesgarse a competir, ni siquiera en las PASO.