A pocas horas de la movilización al Congreso para respaldar la movilidad jubilatoria que convocaron las CTA y bloques gremiales de Azopardo la interna de la CGT quedó a flor de piel y en carne viva, separando al sector dialoguista y, grieta mediante, a los sindicatos más combativos. Fue un misil del secretario gremial de esa central, Mario "Paco" Manrique (Smata), el que estalló en el microclima cegetista, al apuntar a que el sector definido como "mesa chica" negocia con el Gobierno "a espalda del resto de los dirigentes". El también diputado nacional ironizó que desconoce para qué se reúnen esos pares y acotó que corresponde decir que "la mesa chica es muy chica".

La siempre endeble unidad de la CGT tuvo un cimbronazo el fin de semana cuando uno de los integrantes de la mesa apuntada por Manrique, Andrés Rodríguez (UPCN), fustigó a Cristina Fernández. La antesala a las críticas del mecánico y que generaron esos dichos del estatal tuvieron sus réplicas como el caso de Vanesa Siley (Judiciales) que se preguntó si Rodríguez "estaba dispuesto a confrontar con Cristina y no con el presidente Javier Milei".
El repaso a sus reclamos incluyó la tardía notificación de la reunión con los gobernadores, que según el dirigente de Smata conocieron solo 12 horas antes de su desarrollo. Pico de tensión y válvula a la vez de una convivencia al tono de cada confrontación paralela que se desarrolla en el peronismo.
"Como no tengo ámbito de debate, en algún lado me tengo que expresar. Caminamos juntos hasta que la CGT encontró un amigo, y se llama Guillermo Francos: un interlocutor del Gobierno donde pueden negociar cosas", dijo Manrique a El Destape. Vale recordar que en la única reunión oficial de la CGT con el jefe de Gabinete en la Casa Rosada, dicho anfitrión les había prometido a los sindicalistas que serían parte del debate sobre la ley Bases, un compromiso que se disipó a las pocas horas.
En su crítica Manrique disparó contra el triunviro Héctor Daer, el responsable de la secretaría de Relaciones Internacionales, Gerardo Martínez, y al mencionado Andrés Rodríguez, adjunto cegetista. "Se juntan con los gobernadores, y a mí, que soy el secretario gremial, me avisan 12 horas antes de la reunión. Ni sé para qué se van a reunir", expresó acotando que "llegó el momento de la Argentina donde tenemos que dejar de hacernos los distraídos".
Para las críticas del líder de UPCN contra Cristina también tuvo un párrafo: "Andrés Rodríguez no me representa en sus palabras. Él tiene el derecho de opinar por él, como yo lo hago por mí. Pero nunca me voy a arrogar la representatividad de la CGT. No puede decir las cosas que dice, con una carencia total de sentido común".