La senadora neuquina Lucila Crexell fue la tercera en llegar al recinto. Estaba notablemente incómoda. Su nombre había quedado en primer plano luego de que se filtró una nota interna de la Cancillería sobre su designación como embajadora ante la Unesco en París. Pero lo que de verdad la preocupaba era que había sido denunciada por sobornos.

El mayor temor de la legisladora es que la denuncia que presentó en su contra el abogado Federico Paruolo sea la primera de muchas. Así se lo hizo saber al secretario de Justicia, Sebastián Amerio, con quien se comunicó durante la sesión de este miércoles, antes de la votación en general de la Ley Ómnibus. 

Amerio responde al asesor presidencial Santiago Caputo, con quien Crexell habría negociado su voto, según informó el periodista Carlos Pagni. La relación con el ministro de Justicia, Mariano Cúneo Libarona, no es la mejor en estos momentos. Días atrás, surgieron algunos cortocircuitos entre ambos por la demora en el nombramiento de jueces federales. 

A la senadora neuquina también la intranquiliza que la denuncia judicial sirva como excusa para que sus compañeros del Senado no quieran aprobar su pliego como embajadora, a pesar de que las chances de que eso suceda son bajísimas. A eso se suma que el caso cayó en el juzgado de Ariel Lijo, el candidato del Ejecutivo nacional para integrar la Corte Suprema de Justicia. 

Crexell se ausentó la mayor parte de la sesión. Por la noche, se volvió a sentar en su banca para el momento de la votación en general. Tal como había anticipado a través de los medios, votó a favor de la iniciativa que impulsa el oficialismo, pero evitó argumentar su postura desde el hemiciclo.   

A lo largo de la jornada, varios senadores opositores criticaron por lo bajo el acuerdo de Crexell con el gobierno de Javier Milei. "Se le fue la mano, ¡arregló una embajada por un voto!", dijo con malicia un senador peronista. 

Silvia Sapag, de Unión por la Patria, recordó que Crexell votó en contra del DNU 70 y subrayó que "ahora manifiesta que en abril se le hizo el ofrecimiento de una embajada y ella lo aceptó". Y continuó: "Ayer, un día antes de esta sesión, se conoció la redacción del pedido de acuerdo al Senado por parte del Ejecutivo".

"¿Es ético este voto?", concluyó Sapag.