El Gobierno dispuso el despido de 230 trabajadores que se desempeñaban en la construcción del reactor Carem-25, una cifra que se podría incrementar en las próximas horas. "La decisión de la Comisión de Energía Atómica es paralizar el proyecto", dijo Julio Gonzalez, de la Uocra Zárate.
Las cesantías tienen lugar en el rubro industrial de la construcción, labor donde más despidos se registraron desde diciembre, no solo por el impacto federal de la paralización de la obra pública, sino por la merma del sector privado que afectó a otras áreas.
Este lunes por la mañana tanto el personal que fue despedido como otros trabajadores desarrollaron un corte de tránsito en el kilómetro 103 de la Ruta Nacional 9. El lugar es cercano al ingreso a la central atómica de Atucha. Allí se concentraron trabajadores de la Uocra, Uecara, ATE como también de Luz y Fuerza.

La antesala de la conflictiva comenzó la semana pasada cuando desde la junta interna, que ATE posee en la Comisión Nacional de Energía Atómica, se denunció la intención oficial de paralizar por completo este proyecto.
Una decisión que determina, entre otras implicancias, la cesantía de todos los trabajadores abocados a la construcción del proyecto. El Carem es el primer reactor nuclear de potencia que fue íntegramente desarrollado y construido en nuestro país, un hecho que posicionó a la Argentina entre las principales naciones del mundo que realizan ese tipo de desarrollos como Rusia, China y los Estados Unidos.
Sobre la forma en la cual se conoció la decisión, desde ATE consignaron que "la nueva gerenta del área del Carem anunció la decisión de no seguir avanzando en la construcción civil, frenando la obra casi por completo".
En pos de graficar la situación acotaron que como resultado de esa decisión de frenar la iniciativa implica también discontinuar todos los trabajos que tienen lugar en el predio de Carem-Lima, donde los despidos incluso se repetirán en otras áreas.
Para las conclusiones sindicales no puede sostenerse desde el Gobierno que la excusa de una deficiencia relacionada a problemas de ingeniería cuando entienden que en realidad el problema es "el brutal ajuste que está realizando el gobierno de Milei y ejecutando las autoridades de la CNEA".
En cuanto a datos duros sobre economía e historia, la licuación y congelamiento salarial de estatales sumados a los despidos, las renuncias y la consiguiente pérdida de derechos laborales destruyen más de 70 años de historia con la consiguiente experiencia de los trabajadores.
En contexto también consideraron que la privatización de IMPSA, empresa que desarrolló los cuatro generadores de vapor de la central Embalse y que está trabajando en el propio Carem implica la desaparición de una proveedora nacional, generando que el Estado deba adquirir materiales y tecnología en el exterior.