La oposición hoy dictaminó la modificación a la ley 26.122 de Cristina Fernández de Kirchner para limitar la facultad legislativa del Ejecutivo con una reforma en la reglamentación de los DNU. Con un total de 49 firmas distribuidas en cuatro dictámenes, el proyecto está listo para ir al recinto. Algunos que firmaron, de todos modos, van a intentar trabar el procedimiento para que no haya una sesión especial inmediatamente. El oficialismo se quedó sin apoyo de aliados por una torpe maniobra sobre el Presupuesto 2025.

El dictamen de mayoría sorprendió con las firmas de Unión por la Patria, que contradice la ley del 2006 que impulsó CFK. Firmaron con ellos Encuentro Federal y el nuevo bloque radical, Democracia Para Siempre. Por su parte, la UCR de Rodrigo De Loredo, representada en las comisiones de Asuntos Constitucionales; y Peticiones, Poderes y Reglamento por la vice de bloque, Karina Banfi -con firma doble- fue con dictamen propio. Sin embargo, ni los colegas de su bloque la acompañaron: Francisco Monti no firmó y Soledad Carrizo no apareció. Fuentes del espacio aseguran que, igual, creen que todos lo acompañarán en el recinto.

La Coalición Cívica también firmó su propia iniciativa con un único diputado, Juan Manuel López, que también tuvo doble firma por pertenecer a ambas comisiones. A estos tres se suma uno de rechazo del oficialismo. El PRO no firmó nada: ayer habían dejado final abierto, tras la reunión con Mauricio Macri. De esta manera, no apoyó el proyecto pero tampoco sumó al rechazo del oficialismo, que finalmente contó con nueve firmas. Ante la consulta de este medio, dijeron que había posibilidades de que no haya unidad de bloque para darle la derecha al Gobierno con este proyecto, pero todavía no lo tenían definido. El puente se terminó de dinamitar por el cruce que protagonizaron con el oficialismo más temprano por un presunto anuncio sobre el Presupuesto que no fue.

Las 15 propuestas concluyeron en que sea suficiente el rechazo de una sola Cámara para voltear un DNU. El dictamen de mayoría, que cuenta con 36 firmas, agrega un plazo de caducidad de 90 días corridos para que el Congreso se expida y, si no lo hace, que se derogue automáticamente el decreto. Esto fue fuertemente criticado por promover inseguridad jurídica y tanto el dictamen de Banfi como el López no agregan esa modificación. En ese sentido, la UCR pisó firme en que no aprobarían el proyecto en el recinto (ni en general) si no negociaban descartar el artículo sobre caducidad.

Entre ellos se diferencian en cuanto a que el dictamen de Banfi suma que sean necesarias solo 5 firmas en total, ya sean de diputados o senadores, para que la Bicameral de Trámite Legislativo deba convocar reunión de comisión: así destrabarían su inactividad.

“No hay que sacar esto apurados, hay que charlarlo bien”, consideraron del espacio de la Coalición Cívica. La UCR siguió la misma línea y de ambos sectores aseguraron que no van a acompañar la iniciativa de llevar al recinto el proyecto inmediatamente. “Hacerlo de despecho estuvo bueno y todo, pero no es la idea”, agregó una fuente opositora. Así, los dialoguistas buscan evitar el tercer veto de Milei. 

Por su parte, los firmantes del dictamen de mayoría quieren apurar la sesión para antes de que terminen las ordinarias y quieren convocarla dentro de dos semanas -la primera semana no sería posible puesto a que hay diputados que no estarán en el país por las elecciones de Estados Unidos-.