El gobierno de Macri evalúa bloquear activos de PDVSA como presión contra Maduro
La Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) estudia la actividad de la petrolera
El Gobierno argentino analiza la posibilidad de bloquear activos de la empresa petrolera venezolana PDVSA como una medida para aumentar las presiones contra Nicolás Maduro y favorecer su respaldo a que asuma el poder el opositor Juan Guaidó.
La decisión la manifestó ayer el canciller, Jorge Faurie, al término de la reunión de gabinete junto al Presidente en la Casa Rosada. La crisis en Venezuela sigue siendo uno de los ejes del gobierno nacional en línea con la decisión de los Estados Unidos de aislar cada vez más a Venezuela.
La Casa Blanca había anunciado sanciones contra la compañía estatal que afectaría a fuentes de ingresos y divisas por u$s7.000 millones. Ante la medida de ahogo contra Maduro, Cambiemos también estudia dar un paso más luego de reconocer a Guaidó como presidente interino casi al mismo tiempo que lo hizo Donald Trump.
La Casa Rosada sigue en línea con Washington, que había anunciado sanciones a la petrolera
La Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) estudia la actividad de la petrolera venezolana en nuestro país. "Estamos analizando cuáles son las medidas que pueda adoptar el gobierno argentino", afirmó Faurie quien reconoció que son "acotados" los movimientos de PDVSA en Argentina.
El Gobierno volvió a reiterar la necesidad de una "recuperación plena de la democracia, de las libertades civiles y políticas". El canciller insistió en la urgencia de convocar a elecciones en el país caribeño como viene reclamando la comunidad internacional. Hizo especial referencia al planteo de algunos países europeos que le dieron un ultimátum de ocho días a Maduro para que convoque a otro proceso electivo.
Sobre el tema Venezuela, el Papa Francisco había mencionado su "temor" por el derramamiento de sangre venezolana y mencionó que sería una "imprudencia" expresar un apoyo hacia Guaidó. El ministro Faurie aclaró que "no corresponde hacer valoraciones" sobre los dichos del Sumo Pontífice, aunque recalcó que la posición adoptada por la Iglesia católica en Venezuela "ha llevado a que representantes de la barbarie contra los derechos humanos, que son los colectivos de civiles que han formado, lleguen a atacar a iglesias". El gobierno destacó la posición eclesiástica de un "proceso de diálogo y democratización urgente de ese país" y que en ese marco "el Santo Padre en cuanto jefe de Estado de la Santa Sede" se mantiene en diálogo con ellos y "se preocupa por las carencias de todos los Venezolanos".
Macri siempre tuvo la posición de considerar una dictadura al gobierno de Maduro. "La mejor forma de obtener una plena democracia es validarla a través de un acto eleccionario" para poder así "encaminar en democracia la reconstrucción de Venezuela", concluyó el canciller.