El Gobierno sigue entusiasmado con el “La damos vuelta”
Contra todas las encuestas, Macri hace cálculos y pone sus expectativas en una mayor participación y una mejor fiscalización para llegar al balotaje. Necesita 1,3 millones de votos
Las encuestas no hablan de balotaje. La oposición tampoco. El Gobierno sigue entusiasmado con el “La damos vuelta”. El operativo para levantar la derrota de las elecciones PASO comenzó a gestarse de la mano del asesor ecuatoriano, Jaime Durán Barba, y del jefe de gabinete, Marcos Peña.
En privado, Mauricio Macri hace cálculos. Cree que podrá acceder a una segunda vuelta basado en dos ejes: mayor participación y mejor fiscalización. “Esa es la premisa que se plantean para llegar al balotaje”, reconoció el asesor de un ministro.
Hasta ahora se habla de porcentajes en la Casa Rosada. “Alberto Fernández debe bajar a 44 por ciento y Macri subir a 37 por ciento”, calculó otra fuente del entorno presidencial. En la primera vuelta de 2015, el actual Presidente había quedado con una desventaja de sólo tres puntos sobre Daniel Scioli por lo que fue mucho más fácil revertirlo en una segunda vuelta. Pero hubo una gran afluencia de público entre las primarias y las generales. Había votado casi un 9 por ciento más del padrón, superando el 81%.
En las PASO del 11 de agosto fue a votar el 75,7%. Pero la diferencia es que en los comicios de este año los dos principales oponentes tuvieron una brecha de casi 17 puntos, lo que significa 4 millones de votos. Juntos por el Cambios apuesta a disminuir ese porcentaje con Alberto Fernández. Macri debería aumentar más de 1,3 millones de votos. Cómo mínimo llegar al millón. Pero el lado opositor, debería disminuir el caudal de votantes o por lo menos mantenerse en los 12,2 millones.
Para evitar la segunda vuelta y ser proclamado presidente, la Constitución Nacional establece que el candidato necesita el 45 por ciento de los votos o 10 puntos de ventaja respecto de la otra fórmula. Entonces la fórmula del Frente de Todos debería disminuir 2 puntos, ya que sacó más de 47% en agosto y además la otra dupla llegar a acortar la diferencia porcentual. La esperanza está puesta a lograr una participación de 84 por ciento, algo similar al récord registrado en 1983 (85,3%) con el regreso de la Democracia.
Por otro lado, el macrismo apuesta a revertir el resultado con una mejor fiscalización, uno de los puntos que el Ejecutivo señala como causal de la derrota de las PASO. El Gobierno promete que 150 mil fiscales estarán controlando las urnas de todo el país. Juntos por el Cambio quiere asegurarse que no haya fallas, sobre todo en los territorios más complejos. En el Frente de Todos habla de una diferencia de al menos 20 puntos sobre Macri.