En un escenario más propicio que en 2018 pero con final abierto, el Senado arranca con el debate del aborto
Mañana a las 14, la secretaria Legal y Técnica, Vilma Ibarra; la ministra de Mujeres, Géneros y Diversidad, Elizabeth Gómez Alcorta; y su par de Salud, Ginés González García, participarán del plenario de las comisiones de la Banca de la Mujer -cabecera del debate-; de Justicia y Asuntos Penales; y de Salud.
El resultado de la votación en Diputados dejó un terreno más propicio para las senadoras y los senadores “verdes” que en 2018, no por eso menos hostil. La trama de negociaciones es tan compleja como entonces. El Poder Ejecutivo nacional, los gobernadores y los legisladores atados a sus creencias y posturas son quienes inclinarán la balanza para uno u otro lado. La pelea es voto a voto y, hasta el momento, el escenario es de empate. A favor de los que ansían terminar el 2020 con la sanción de la ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE), la titular del Senado, Cristina Fernández, apoya la legalización del aborto -a diferencia de lo que sucedía con Gabriela Michetti- y está decidida a reunir los votos para aprobar el proyecto del presidente Alberto Fernández. Así comienza este lunes el debate en la Cámara Alta.
El plenario de las comisiones de la Banca de la Mujer -cabecera del debate-, que preside Norma Durango; de Justicia y Asuntos Penales, que encabeza Oscar Parrilli; y de Salud, a cargo de Mario Fiad; escuchará a partir de las 14 las exposiciones de la secretaria Legal y Técnica, Vilma Ibarra; la ministra de Mujeres, Géneros y Diversidad, Elizabeth Gómez Alcorta; y su par de Salud, Ginés González García.
Durango y Parrilli son oficialistas y “verdes”. Fiad radical y “celeste”. Sin embargo eso nada dice de cómo estarán repartidos los votos el próximo 29 de diciembre, cuando está previsto que se vote la iniciativa. Al igual que en Diputados, el desenlace dependerá de un acuerdo transversal. Las oficialistas Anabel Fernández Sagasti y Nancy González, junto al camporista Matías Rodríguez, vienen trabajando con la macrista Gladys González para sumar voluntades a favor del proyecto. También Guadalupe Tagliaferri, de PRO, y Martín Lousteau. En esas filas, está el presidente del interbloque de Juntos por el Cambio, Luis Naidenoff.
El viernes último, el mismo día que se aprobó en Diputados el proyecto, el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, junto a Ibarra, recibió a Fernández Sagasti y Parrilli, ciento por ciento cristinistas. El objetivo: ordenar el debate y mantener el bloque unido a pesar de las diferentes posturas internas. Unos días antes, habían hablado sobre la necesidad de introducir cambios al proyecto para acercar posiciones en el Senado, en especial el que establece que las instituciones de salud con muchos “objetores de conciencia” deriven a la persona gestante a otros establecimientos para garantizar la interrupción del embarazo.
Enfrente, está el jefe del bloque del Frente de Todos, José Mayans, que se opone a la legalización del aborto, al igual que hace dos años. Del mismo modo, está abocado a conseguir los votos para rechazar la iniciativa que impulsa el propio jefe de Estado. Sabe que será difícil repetir el escenario de 38 votos en contra y 31 a favor, pero está convencido de que podrá volver a frenar la sanción de la ley de IVE. La radical tucumana Silvia Elías de Pérez va por la misma senda.
En el oficialismo “verde” son prudentes respecto a los números. Ninguno se atreve a arriesgar un resultado. Los más envalentonados hablan de “empate”. En la oposición dicen que “está parejo” y ya denuncian operaciones en contra de los legisladores que están a favor de la legalización del aborto, con el argumento de que si apoyan la norma son funcionales al Gobierno nacional.
“Las presiones están a la orden del día”, dicen desde el Frente de Todos y remarcan que es imprescindible “preservar” a las senadoras y los senadores “indecisos” o que “puedan dar vuelta su voto” a fin de evitar escraches. Aun así, también admiten que a diferencia de 2018, cuando era presidente Mauricio Macri, muchos gobernadores -incluidos Juan Manzur, de Tucumán, y Gildo Insfrán, de Formosa- están menos activos que durante el primer debate, a pesar de que ratifican su postura “provida”.
Sin la potencia y la experiencia de “Las Sororas” de la Cámara Baja, Durango y Tagliaferri, vicepresidenta de la comisión de la Banca de la Mujer, se concentran por estas horas en el tratamiento que el proyecto tendrá en comisiones durante cuatro días hasta el jueves 17 próximo, cuando prevén dictaminar. La idea es dar por concluido el debate antes de Nochebuena y Navidad y recién luego llevarlo al recinto. Además de los funcionarios nacionales, participarán médicos, abogados y representantes religiosos que están a favor y en contra de la iniciativa.
Los “verdes”, sea del oficialismo o la oposición, coinciden en que cuentan con una ventaja en relación a cuando Gabriela Michetti -gran opositora a la legalización del aborto- presidía la Cámara Alta: “Ahora está Cristina”, que durante años estaba entre quienes se oponían pero en 2018 votó a favor. La reflexión de una legisladora macrista resuena en más de un despacho: “¿Acaso alguien cree que Mayans le puede ganar una votación a Cristina?”.