Con un enérgico reclamo al Congreso y al Poder Judicial y, en menor medida, al Ejecutivo ayer se conmemoró el trigésimo aniversario del atentado perpetrado contra la sede de la AMIA, La memoria viva de cada una de las 85 víctimas mortales se hizo presente desde la fatídica sirena de las 9.53, en un acto que, por la presencia del presidente Javier Milei, contó con mayor presencia institucional que en ocasiones anteriores y en el que se multiplicó el repudio a las organizaciones terroristas Hezbollah y Hamas, así como también los señalamientos hacia el régimen iraní.

El presidente de la AMIA, Amos Linetzky, acompañado por quienes estuvieron al frente de la mutual a lo largo de las últimas tres décadas, cuestionó a diputados y a senadores por no modificar las leyes destinadas a combatir al terrorismo. "Parece mentira que hayan pasado treinta años de esa fría mañana. Treinta años sin una sola persona respondiendo por este ataque, treinta años en los que el Estado argentino miró para otro lado, colmado de paciencia, demoras y errores", lamentó.

Y agregó: "Treinta años que nos enseñaron la pobre actuación de una fiscalía dedicada exclusivamente a la causa AMIA, con la mayor cantidad de personas trabajando en un solo caso sin generar avances significativos en los últimos diez años. Treinta años en los que países como Qatar, Rusia, Siria, Bolivia y Nicaragua permitieron que personas acusadas pasen cómodamente por sus fronteras, violando las alertas de Interpol y en algunos casos recibiéndolos con honores. Treinta años sin que nuestro Poder Legislativo reaccione y actualice nuestras leyes".

"Haber sufrido dos atentados terroristas no parece ser suficiente para que entiendan que al terrorismo no se lo puede prevenir, investigar y juzgar con las mismas herramientas que para un delito común". "¿Cuántas décadas más tienen que pasar? ¡Hagan su trabajo!", reclamó.

Linetzky le pidió al Gobierno que la causa se convierta en una cuestión de Estado y repudió la falta de un juez en un hecho "emblemático de la historia judicial", al tiempo que pidió la liberación de los secuestrados por Hamas.

Durante su discurso, Linetzky recalcó que "es un bochorno" que todavía no haya un magistrado designado, debido a que aún existen "tantas preguntas sin respuestas" y que "la verdad está en la causa" desde que se estableció que "la responsabilidad del atentado es de Hezbollah y de Irán".

Por otra parte, resaltó la decisión de Argentina de declarar "organización terrorista" a Hamas y le pidió al Congreso que "avance" con el proyecto de ley de juicio en ausencia para poder procesar a los responsables del atentado.

Previo a los discursos, unos pocos familiares se manifestaron en contra del Gobierno al grito de "¡basta de impunidad, no nos callamos más"". "¡Que se vayan! Estamos todos afuera y ellos sacándose fotos, es una falta de respeto. Que se corran los que no son familiares directos", reclamaron los presentes.

En tanto, el papa Francisco se expresó a través de una carta en la que bregó por una Justicia que no busque"venganza ni revanchismo sino verdad y reparación".

"Para rendir homenaje, ante la tragedia elegimos el silencio. La dimensión del silencio, poderosa y reveladora, se presenta ante nosotros no como un vacío sino como una presencia palpable de aquellos que ya no están. En el silencio escuchamos el eco de las vidas truncadas y sentimos el peso de la ausencia. Pero en él también encontramos la fuerza para enfrentar la realidad del mal y la resiliencia para seguir adelante", destacó.