El expresidente Evo Morales volvió a pisar su tierra natal en su regreso a Bolivia, a un año del golpe de Estado por el cual tuvo que renunciar ante presiones militares y denuncias infundadas de fraude electoral que lo llevaron a buscar asilo político en Argentina. Desde La Quiaca, agradeció al pueblo argentino y al mandatario Alberto Fernández por recibirlo, quien le "salvó la vida".

"El hermano Alberto Fernández me salvó la vida. Eso nunca lo voy a olvidar", sostuvo Morales en un breve acto desde la frontera entre Argentina y Bolivia, en el cual repasó los turbulentos momentos que, tras presentar su renuncia forzada el 10 de noviembre del año pasado, lo llevaron a exiliarse junto con el exvicepresidente Álvaro García Linera, primero en México y luego en Argentina, pocos días después de que Fernández asumió su cargo en diciembre de 2019.

El expresidente contó que solía pasar por La Quiaca desde Bolivia cuando acompañaba a su padre "rumbo a Ledesma y Calilegua", cuando tenía "4 o 5 años". "Venimos de muy abajo, entendiendo los problemas políticos, económicos, sociales. Nunca en mi vida había pensado ser presidente, tuve esa oportunidad gracias a la unidad del pueblo boliviano", contó.

Acompañado por Fernández, Morales cruzó la frontera desde La Quiaca, en Jujuy, hasta Villazón, en Bolivia, donde lo recibió una gran cantidad de simpatizantes y representantes mineros. En el puente que une ambas ciudades se colocaron banderas bolivianas, argentinas y wiphalas para celebrar la vuelta del presidente depuesto a su país. Luego lo siguió García Linera, mientras que Fernández se quedó del lado argentino.

El regreso de Evo se dio luego de que ayer asuma el nuevo presidente constitucional electo el 18 de octubre, Luis Arce, quien fue ministro de Economía durante la gestión de Morales.

En el acto, Morales repasó su gestión y afirmó: "En corto tiempo demostramos que Bolivia tenía mucho futuro, mucha esperanza. Recuperamos nuestros recursos naturales, nacionalizamos los servicios básicos. Garantizamos la soberanía y la independencia de un Estado. Garantizamos la dignidad de un pueblo, ese ha sido nuestro delito".

Morales resaltó que "no dudaba de que iba a volver, pero no estaba seguro de que iba a ser tan pronto, es algo histórico e inédito".

"Nuevamente se repite la historia de la lucha permanente por la vida, por la humanidad, por la paz, por la democracia. Por eso, sorprendido por el acompañamiento del pueblo argentino, y especialmente por el hermano presidente Alberto Fernández", afirmó, y también agradeció al presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, quien lo recibió en un primer momento.

También recordó que cuando estuvo "selva adentro" junto con García Linera, "tratando de salir de Bolivia" los llamaban "permanentemente" para ayudarlos. "Fue algo que nunca vamos a olvidar", sostuvo.

En este sentido, expresó: "Ya retornando a Argentina desde México, más cerca de Bolivia, me sentí como en casa. Parte de mi vida queda en Argentina después de estar once meses. Muchas gracias hermanas y hermanos argentinas. No me sentí abandonado".

Fernández afirmó en el acto que "el pueblo no se equivoca y fue a las urnas a revindicar el proyecto que Evo representa", en referencia al resultado de las elecciones en las que triunfó Arce, y celebró: "Viva Bolivia, Viva Argentina y Viva América Latina", tras expresarle a Morales que "fue un honor" haberlo tenido en el país.

“Nuestro objetivo es garantizar que nuestro querido compañero y hermano, Evo Morales, regrese a su patria de la que nunca debió haber salido y nunca debería haber sido maltratado como lo fue”, subrayó.

En este sentido, recalcó: “Somos parte de una Patria Grande que quiere crecer, quiere justicia, y quiere el desarrollo no para algunos sino para todos. Una patria que quiere abrazar a todos, y que cada uno de los latinoamericanos sea parte de este continente maravilloso. No queremos países para algunos, sino países para todos, en los que todos puedan crecer y desarrollarse”.

“Para lograr ese objetivo hay un instrumento que nunca debemos olvidar y que es el más importante con el que contamos, que se llama democracia, y es el deber de cada uno de nosotros ir en socorro de aquellos pueblos que se ven amenazados o directamente lastimados por levantamientos como el que sufrió Bolivia hace un año atrás”, subrayó.

Y aseguró: “Estoy muy feliz de haber podido tenderle la mano y albergar a Evo, a Álvaro y a los compañeros de Bolivia en nuestra tierra”.

Al concluir el acto, el Presidente acompañó a Morales a la frontera, donde se fundió en un abrazo con García Linera, quien también recibió la protección del Estado argentino ante la persecución que sufrió en su país.

El presidente Fernández llegó a La Quiaca en la tarde de ayer, donde fue recibido por el intendente municipal, Blas Gallardo. Lo hizo acompañado por los ministros de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto, Felipe Solá; Interior, Eduardo de Pedro; Mujeres, Géneros y Diversidad, Elizabeth Gómez Alcorta; los secretarios de Asuntos Estratégicos, Gustavo Beliz; y Comunicación y Prensa, Juan Pablo Biondi; además del senador, Jorge Taiana; y el diputado, Eduardo Valdés. 

El mandatario argentino viajó a Bolivia el pasado sábado para participar de la ceremonia de asunción presidencial de Luis Arce, que se realizó el domingo en la Asamblea Legislativa Plurinacional, en la ciudad de la Paz. Allí, Fernández mantuvo audiencias y encuentros bilaterales con mandatarios y dirigentes de otras naciones.