Javier Milei en el Luna Park: un concierto de rock, una masterclass de liberalismo económico o un acto de campaña
Un Milei con campera de cuero, La Renga y cánticos contra "los zurdos", tal como en los viejos tiempos. Cómo fue el show libertario con Gabinete de por medio
Una conversación con su electorado fiel, en reminiscencia a sus tiempos como candidato: el presidente Javier Milei aprovechó para cantar, criticar al kirchnerismo -aunque con algunas reservas que reconoció como necesarias por ser Presidente- y dar su típica másterclass de economía entre cervezas y coca cola con los libertarios en el estadio Luna Park, bajo el pretexto de presentar su nuevo libro ´Capitalismo, Socialismo y la trampa neoclásica´. Todo se trató de un gran acto de campaña encubierto, con un mensaje centrado en la batalla cultural.
Los funcionarios y diputados -tanto del oficialismo como algunos del PRO- que presenciaron el show a penas tuvieron un trato diferencial del resto del público. Si bien contaban con el privilegio de los asientos y las primeras filas, no se les reservó un sector en las plateas y, en cambio, se concentraron en frente del campo, rodeados por los militantes que los saludaban y les pedían fotos, algo que el ministro de Defensa Luis Petri particularmente disfrutó.
Brilló por su ausencia el jefe de Gabinete Nicolás Posse, mientras que el resto de los ministros dieron el presente. Incluso se encontró la vicepresidenta Victoria Villarruel, que llegó directo del Senado sobre la hora. También estaba la secretaria de Presidencia, Karina Milei; el autor de la Ley Bases, Federico Sturzenegger, el presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem; el ministro de Economía, Luis Caputo y el ministro del Interior, Guillermo Francos. Los diputados y senadores de LLA contaron con la compañía de algunos diputados del PRO, como Diego Santilli y el jefe de bloque Cristian Ritondo.
Una hora más tarde de lo pautado, pasadas las 9, el mandatario ingresó -como era costumbre- caminando desde el público y con su canción característica a tope, Panic Show de La Renga, que luego cantó en vivo. Campera de cuero, camisa por fuera del pantalón y corbata suelta: un look propio del Milei de campaña, pero con el diferencial de que esta vez lo respaldaba una banda musical integrada por el diputado Alberto Benegas Lynch (batería), su hermano Joaquín (guitarra), el abogado Fernando Mezzina (piano), el autor de la biografía de Milei, Marcelo Duclos (bajo), y una cantante llamada Anita Tamagno.
"Hice hacer esto porque quería cantar. Antes la cantaba acapella", bromeó el presidente apenas se subió al escenario, y aprovechó para agradecer a los "kirchneristas" a cargo de organizar la Feria del Libro por intentar "boicotear" la presentación que originalmente estaba pautada para hacerse el 12 de mayo en La Rural. "Hay que darle las gracias al de la Fundación Feria del Libro que con el intento de boicot nos regaló esta fiesta", lanzó.
Los festejos derivaron en cánticos que Milei recibió con una sonrisa cómplice, pero no pudo unírseles. "Cristina se va presa", agitaron los libertarios, a lo que el presidente respondió: "Me uniría, pero violaría la independencia de los poderes. ¿No les parece que ya tengo bastantes quilombos?". Reaccionó parecido hacia los cánticos contra el presidente de España, Pedro Sánchez: "Pará, que (la canciller) Diana Mondino me va a pedir horas extras", se rió.
Anarcocapitalismo y público interactivoSi bien se sacó la campera de cuero para lucir de traje al término del show musical, el tono de agitación y festejo no cambió cuando pasó a introducir su libro, en el que defiende el libre mercado y afirma que toda intromisión estatal en la economía deriva en el socialismo. Las reservas políticas que validó por ejercer su rol en la Presidencia no aplicaron para su narrativa económica, fiel a su filosofía anarcocapitalista. "Soy liberal, libertario y anarcocapitalista", se definió.
El lenguaje técnico y económico característico de sus discursos, si bien ahuyentó a muchos que de a poco fueron retirándose, captó la atención de numerosos grupos que, dispersos por el estadio, aplaudían, abucheaban y dialogaban con el propio presidente mientras desarrollaba sobre diferentes autores y corrientes económicas.
Los abucheos fueron dedicados especialmente hacia Marx, Kaynes y a Mussolini, a quien Milei calificó “de izquierda”. “Mussolini defendía que adentro del estado, todo, y afuera del estado, nada. Después nos dicen fascistas a nosotros”, agitó. Mientras pasaban latas de cerveza y coca cola entre el público, digno de todo recital, los militantes opinaban de macroeconomía, pedían por ciertos temas - "ahí voy, ya llego, pero dejen de spoilearme los títulos"- y le respondían dudas al presidente.
"¿Quieren venir mañana a la conferencia?", bromeó el vocero presidencial Manuel Adorni, quien después se sumó a dar un breve discurso y a participar de una conversación con Milei y el diputado José Luis Espert, próximo a ser candidato a gobernador de la provincia de Buenos Aires.
La batalla cultural"El hecho de que vos entres en política es importante, no solo la acción política, sino la batalla cultural. Pero si te metés en la política y te convertiste en un parásito de la política, tampoco funciona", reflexionó el presidente -que todavía se reconoce como outsider- y que tiene como objetivo próximo el armado de un núcleo duro partidario que ´limpie´ a los miembros del Congreso, que todavía no le habilitaron las reformas que propuso en estos 6 meses de gobierno.
De cara a las elecciones parlamentarias del 2025, animó: "Todas estas cosas que yo decía, ustedes las conocían, lo que dije en Davos no le sorprendió a nadie, pero nadie se imaginó que se los iba a decir en la cara... lo que quiero decir es que la batalla cultural hay que darla, tanto en las aulas como en la política. No la pueden dejar de dar en ningún lado porque, sino, los zurdos nos van a llevar puestos".