El gobernador bonaerense, Axel Kicillof, envió una carta al presidente Javier Milei en la que manifestó su descontento por no haber sido invitado al encuentro con mandatarios provinciales realizado en la Casa Rosada. El encuentro estuvo reservado a los firmantes del Pacto de Mayo y dejó afuera a varias provincias gobernadas por la oposición.

Kicillof calificó la decisión de excluir a algunos mandatarios como un "gesto antidemocrático" y "contrario al espíritu federal". 

En la misiva, subrayó que las provincias no convocadas representan "a más del 40% de la población argentina" y reclamó que se retome el diálogo con todos los distritos "sin distinciones políticas".

Una carta con críticas al rumbo económico

En su texto, el gobernador bonaerense también se refirió a la situación económica y social, señalando que el modelo impulsado por el Gobierno Nacional "provoca recesión, caída del consumo y pérdida de empleo".

Aseguró que la provincia de Buenos Aires "ha sido duramente castigada" por recortes en seguridad, transporte e infraestructura, y denunció una "quita ilegal de fondos a las provincias".

Kicillof sostuvo que el superávit anunciado por el Ejecutivo "se construyó sobre la eliminación de recursos provinciales" y recordó que Buenos Aires aporta el 40% de la recaudación nacional pero recibe apenas el 7%.

Pedido de diálogo y advertencia política

El mandatario bonaerense instó al presidente Milei a abrir una instancia de diálogo con todos los gobernadores y advirtió que el peronismo no acompañará reformas que "eliminen derechos o agraven las desigualdades".

"Si realmente desea abrir un diálogo con quienes piensan distinto, no es buena señal excluir a los gobernadores que considera enemigos", expresó. Y concluyó: "El futuro de la Argentina no se construye con odio ni sometimiento, sino con respeto y cooperación".