La CGT le reclamó al Gobierno por el modelo económico y la recesión
Los triunviros Pablo Moyano y Carlos Acuña no fueron parte de la reunión con el secretario de Trabajo, ni tampoco referentes del Camionero u otros dirigentes del barrionuevismo como el titular de los trabajadores de Estaciones de Servicio
En un escenario económico de recesión y licuación de salarios a lo que se suman los despidos como también suspensiones en el rubro industrial, el Gobierno tuvo su encuentro con dirigentes de la CGT en la sede de la secretaría de Trabajo. La central obrera llegó con una comitiva donde no hubo representantes del moyanismo como tampoco de gremios liderados por Luis Barrionuevo.
"A modo de postura de esta central dejamos nuestra mirada diagnostica y de reclamo respecto de un programa de Gobierno que vemos que no contempla la producción, el desarrollo y el trabajo, privilegiando solo la cuestión monetaria e inflacionaria", dijo el secretario de prensa cegetista Jorge Sola.
En efecto el edificio de la avenida Leandro Alem 650 de la ciudad de Buenos Aires, fue el lugar donde el secretario de Trabajo Julio Cordero fue el anfitrión. Se trata de la primera reunión de la CGT con el funcionario y la segunda de los gremialistas con integrantes del Gabinete Nacional, la primera había tenido lugar con el jefe de ministros Guillermo Francos.
Tanto esa autoridad de la cartera laboral como el responsable del gabinete anticiparon que la reforma laboral aprobada solo es el primer paso de las modificaciones que la gestión Milei pretende. Los cegetistas habían pedido la reunión en su último encuentro realizado en la sede obrera de Azopardo y la Casa Rosada “etiquetó” la tertulia como parte del “diálogo social” previo al Consejo de Mayo, un estamento que deberá forjar la base legislativa de los puntos que se firmaron el 9 del corriente en San Miguel de Tucumán.
Temario que incluyó la recesiónEl temario sindical incluyó el estado de profunda recesión, pérdidas de empleos en todos los rubros de actividad y la caída del poder adquisitivo de trabajadores regulares, informales y pasivos “con una falta de perspectivas de mejoras de recuperación económica en el corto plazo”.
Respecto a temas judidicales la central pidió que la Procuraduría de la Nacion retire su presentación ante la Corte Suprema contra la sentencia favorable a la postura de CGT, por el capitulo laboral del DNU 70/23 que avaló la Camara de Apelaciones del Trabajo.
La reseña incluyó la ley Bases y la reforma laboral que incluye esa norma, en cuanto a tópicos como: libertad sindical, protección antidiscriminatoria, intermediación laboral, “trabajadores colaboradores o autónomos”.
Los cegetistas aseveraron que pretenden acercar las observaciones que el equipo técnico legal de Azopardo haga llegar al respecto a la secretaría de Trabajo, previendo un encuentro sobre el tema para dentro de dos semanas. La CGT además reiteró su rechazo para la reinstalación de la quita salarial por Ganancias, más allá de las presentaciones judiciales que cada gremio considere realizar.
Entre los requerimientos al titular de Trabajo también se remarcó del mantenimiento del régimen paritario con libre negociación de las partes, sin techos ni presiones de la Casa Rosada como también que la secretaría laboral deberá agilizar los acuerdos salariales ya firmados.
Ausentes con avisoComo anticipó BAE Negocios, a la ausencia del triunviro Pablo Moyano se sumó la del también cosecretario Carlos Acuña. En el grupo de sindicalistas no hubo ninguno de los dirigentes de segundas líneas como tampoco de dirigentes enrolados en la Corriente Federal de los Trabajadores.
Si arribaron al ex ministerio de Trabajo el triunviro Héctor Daer, Gerardo Martínez (Uocra), Andrés Rodríguez (UPCN), Armando Cavalieri (Mercantiles), José Luis Lingeri (Obras Sanitarias), y Abel Furlán (UOM), entre otros.
A horas de otra reunión en la misma sede pero en el ámbito del Consejo del Salario para fijar el incremento del Salario Mínimo, un tema que disgusta a los referentes de la CGT quedó expuesto a cielo abierto desde las ausencias y se trata de las tensiones clásicas como también aquellas que se potenciaron con el gobierno de Javier Milei y la compulsa entre dirigentes obreros para definir una estrategia luego de concretar dos paros generales.