La CGT reitera sus reclamos a la clase política y asoma por primera vez a la reducción de la jornada laboral
Con el zoom político activado, la central exige ser parte del armado de listas del Frente de Todos. Propician además "un modelo inclusivo, que ponga de pie a un país y a una sociedad que no se resigna a las desigualdades y a la postración económica"
Con el acto en el estadio de Defensores de Belgrano esta tarde la CGT plantea una vez más la necesidad de la reflexión de la clase dirigente para recuperar el rumbo a la producción, el desarrollo y el trabajo. Ejes a los que define como garantía de la justicia social y la inclusión sostenida. Alineada a pleno con el ministro de Economía Sergio Massa, con referentes que incluso lo propician como candidato a presidente, desde Azopardo además abren el juego a una instancia que hace algún tiempo rechazaron: la reducción de la jornada laboral.
“El sindicalismo en general y el argentino en particular se pone al frente también para discutir un esquema de relaciones laborales que debata la reducción de la jornada laboral, como un instrumento que estimule el empleo y distribuya mejor el beneficio extraordinario del capital”, es la referencia breve pero concreta al tema de debate mundial.
Así lo trasluce el documento que tendrá lectura esta tarde, además de la oratoria de los triunviros Carlos Acuña, Pablo Moyano y Héctor Daer.
“Es preciso atender con urgencia las necesidades de vastos sectores de nuestra comunidad sumergidos en la pobreza y la exclusión. Y las soluciones, tanto para este presente como para el futuro, requieren de un denominador común: un gran acuerdo político, económico y social que promueva una alianza entre la producción y el trabajo”, postularon en el texto.
La CGT vuelve a reclamar, equiparando al Gobierno y la oposición en tu testitura por una clase dirigente que conciba la política como una herramienta de transformación “y no como una búsqueda de intereses personales. El descontento es el terreno fértil para la aparición de emergentes antisistema, que pretenden capitalizarlo poniendo en riesgo la vigencia de un sistema democrático pleno”, advirtieron.
En lo que asoma como un pase de factura al oficialismo en forma puntual, incluyendo el ala K del Frente de Todos, exaltaron en el documento que “no somos convidados de piedra. Somos la resultante de un proceso histórico que nació en 1945, y que más allá de las conquistas sociales, laborales y económicas adquiridas por las y los trabajadores, reclamamos nuestro derecho a participar en las decisiones políticas de nuestro movimiento”.
“La verdad histórica es inapelable respecto a la irresponsabilidad con la que se contrajo el endeudamiento del Estado, cuyas consecuencias se hacen cada día más gravosas. Es urgente una rediscusión de plazos y pautas en las condiciones de los servicios de la deuda comprometidos con el FMI”, revelaron sobre el contexto de los créditos tomados por el Gobierno de Cambiemos a fines de su gestión. “Variables económicas fundamentales, exógenas a la actual administración, modificaron sustancialmente el escenario de las negociaciones originales. La iniciativa del Consejo Económico y Social, su falta de institucionalidad por ley, marca la diferencia entre acuerdos reales en políticas de Estado o simples expresiones de deseos”.
Lo urgente de lo urgenteCon los índices de inflación de este año y la dinámica de paritarias como manta corta ante la pérdida del valor de los salarios, la CGT expresa que “debemos detener esta escalada de pérdida en el poder adquisitivo salarial, y de distorsión de precios por efecto de la inflación y de la apropiación de rentas extraordinarias a manos de grupos concentrados. Animarnos a poner en práctica consensos superadores. Ese modelo económico-social al que aspiramos debe estar basado en la producción, impulsora de una economía real que, asumiendo el actual contexto globalizado, estimule la generación de trabajo con derechos y la inversión no especulativa, y favorezca la exportación de productos intermedios y finales con valor agregado, es decir exportando trabajo argentino”.
E incluyen un párrafo para la asistencia estatal a los desocupados y desocupadas “las y los argentinos que viven de trabajos precarios, las y los jóvenes que conviven con un mercado cada vez más excluyente, merecen oportunidades de realización que vayan más allá de la mera subsistencia con planes sociales”.
Para mañana mismo“El progreso es sinónimo de evolución y tenemos que permitirnos poner sobre la mesa la fundamentación social del trabajo. No es cuestión de repartir la escasez que ordena un modelo basado exclusivamente en métodos concentradores de riqueza”, sustentaron como ejes indispensables. “Un modelo económico que distribuya más equitativamente los frutos de la productividad y conciba los derechos de las y los trabajadores no como privilegios sino como los cimientos de una sociedad más justa”.
Y con dedicatoria tácita a las miradas liberales, recuerdan que la Argentina, desde la irrupción del peronismo en la vida política y social del país, “encontró en las organizaciones de trabajadores una herramienta duradera y efectiva de concertación sectorial a través de las negociaciones colectivas. Es falso e intencional decir que los convenios colectivos de trabajo son anacrónicos. En la dinámica de la negociación colectiva, trabajadores y empresarios encontramos un espacio razonable de acuerdo y evolución en las condiciones de trabajo y producción”.