LA ERA MILEI

Trenes: suspendieron los servicios desde Buenos Aires a Córdoba y Tucumán

Horas después de que el sindicato La Fraternidad se pronunciara contra el “desguace ferroviario”, fustigando al Gobierno, se confirmó la suspensión. “Se afecta gravemente a provincias, trabajadores y usuarios”, denunciaron

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El sindicato de maquinistas La Fraternidad volvió a denunciar la existencia de un proceso de desguace que atraviesan los ferrocarriles argentinos. A través de un comunicado titulado “La tragedia evitable”, el secretariado nacional advirtió que el transporte ferroviario “no es reemplazable” y que la política libertaria “despoja a la Argentina de una herramienta logística insustituible”.
La declaración sostiene que los ferrocarriles podrían ser recuperados “operativamente mediante la puesta en valor del capital contenido en sus miles de hectáreas, propiedades y edificios en desuso”. Sin embargo, cuestiona que la clase política en su conjunto “se ha dedicado a enajenar los bienes ferroviarios para proyectos personales, en lugar de impulsar un verdadero proyecto nacional de desarrollo”.

Horas después desde esa organización sindical reseñaron a BAE Negocios “como venimos anticipando en nuestros comunicados en la tarde de este martes a partir de la fecha se suspenden los servicios de larga distancia entre Buenos Aires - Tucumán y Buenos Aires - Córdoba”.

Versión gubernamental

Según el Gobierno los servicios fueron suspendidos de manera provisoria porque hubo un socavón en Santiago del Estero y se detectó una falla en los durmientes, según fuentes citadas por la Agencia NA la concesionaria NCA solicitó realizar un relevamiento en ese lugar: Hasta tanto no se termine ese trabajo los servicios permanecerán interrumpidos", reseñaron

Insistencia sindical

Más allá de la información gubernamental los maquinistas insisten en apuntar que se viene realizando  un “industricidio” en esta rama del transporte, La Fraternidad enfatizó que los trenes no son deficitarios, y que con una gestión adecuada es posible reactivar infraestructura, material tractivo y remolcado, con más y mejores servicios a la comunidad.
“El organismo que debería administrarlos se convierte en una gran inmobiliaria”, señalaron desde el gremio, al tiempo que denunciaron la suspensión de servicios, el saqueo de tierras y propiedades y el desmantelamiento de infraestructura. “Este proceso tiene responsables directos: los que intentan rematar los bienes ferroviarios nacionales, despojando al país de su herramienta logística más estratégica”, remarcaron.

El comunicado se inscribe en un contexto crítico: en provincias como Mendoza, San Luis y La Pampa ya se suspendieron servicios de pasajeros, en Bahía Blanca se paralizó la conexión ferroviaria con Plaza Constitución, afectando a miles de usuarios. A esto se suman cierres de ramales y suspensiones, agravando la pérdida de conectividad territorial y el riesgo de miles de empleos directos e indirectos.
En ese marco, el gremio subrayó que “no se trata de un déficit natural sino de una política deliberada de desmantelamiento”.

El pronunciamiento se suma a las recientes advertencias de Omar Maturano, secretario general del gremio, quien comparó la actual etapa con los cierres de ramales de los años sesenta y las privatizaciones de los noventa. “La tercera es la vencida”, expresó días atrás, en alusión a un nuevo intento de desguace que, según los ferroviarios, responde a la presión del FMI y a intereses ligados a negocios metalmecánicos y petroleros.
Al mismo tiempo, el comunicado fortalece la idea de unidad gremial frente a la ofensiva libertaria: La Fraternidad aparece junto a la UGATT y otros sindicatos del transporte como actores que reclaman la defensa del trabajo, de los usuarios y de un servicio estratégico para el país.
La organización sindical reclamó además que la opinión pública tome conciencia del proceso en curso: “El transporte ferroviario no es reemplazable. La destrucción de los trenes es una decisión política que compromete el futuro del país”, remarcaron.
Finalmente, el gremio convocó a reconstruir el sistema ferroviario “con recursos propios” y a defenderlo como patrimonio federal. “No olvidemos que un país sin trenes es una República sin futuro”, proclamaron.
 

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