La lucha contra la pobreza y el hambre, política de Estado
Alberto Fernández resumió en dichos de Raúl Alfonsín su principal desafío
Sin temor a spoilers, el presidente Alberto Fernández anticipó cuál será su vara de calificación al final del mandato. Que en la Argentina con la democracia se cure, se eduque y se coma. "Ese día quisiera poder demostrar que Raúl Alfonsín tenía razón" dijo. La herramienta del diálogo, más allá de fotos generosas será el Consejo Económico y Social del cual participarán empresarios, dirigentes sindicales, de organizaciones sociales y la Iglesia. "Le daremos rango legislativo y propondremos que sus máximas autoridades sean elegidas con acuerdo parlamentario, por un período de gestión que trascienda nuestro mandato", dijo el jefe de Estado. En la cámara de diputados lo escucharon empresarios de primera línea como también representantes del movimiento obrero. El siempre convulsionado mapa sindical con la clásica división entre dialoguistas y combativos juega su propio torneo interno. De cara al 40% de pobreza, que incluye a trabajadores registrados en esa situación los consensos asoman inevitables. Entre los cancilleres pacificadores de la órbita gremial, Omar Plaini, referente de los Canillitas y el Frente Sindical (Fresimona), le dijo a BAE Negocios: "Podemos decir que desde su asunción el nuevo presidente anunció la primera política de Estado que se activará en años en este país", respecto al consejo anunciado.
Alberto Fernández citó a "nuestro querido Papa Francisco" para ampliar lo que vislumbra como acciones de su gestión en cuanto techo, tierra y trabajo. Desde hace años las 3T que destaca el Sumo Pontífice, ninguna casualidad. Como tampoco el sorprendente anuncio de la reasignación de fondos de la AFI y Fuerzas Armadas para disponerlos en la lucha contra la pobreza. El Consejo Económico y Social será simultáneo con la solidaridad en la emergencia y denota que habrá al menos dos ministros claves en la arquitectura y funcionamiento de dicho consejo, Daniel Arroyo, titular de Desarrollo Social y Claudio Moroni elegido para el regreso del ministerio de Trabajo a la órbita ejecutiva. Sentar a la mesa a empresarios y movimiento obrero es más que la impronta de selfies, lobbies y pactos preexistentes, en rigor a las estadísticas y escenario que dejan cuatro años de gestión Cambiemos urge en cuanto a medicinas urgentes y moderada acción de egos.
Héctor Daer, uno de los conductores de la CGT será también fundamental en cuanto a su labor para traccionar dinámicas de acuerdos incluso en rango de ministerio "sin cartera". La amistad de años con el flamante Presidente es nota de color, no menor pero se ajusta al compromiso sellado en cuanto a "participación" cegetista en el nuevo Ejecutivo Nacional reafirmada en la visita del Jefe de Estado a la sede obrera de Azopardo, antes de asumir.
Desde las voces gremiales, el secretario general de la Federación Argentina de Empleados de Comercio y Servicios (Faecys), Armando Cavalieri, calificó de "esperanzador" el mensaje de Fernández, y sostuvo que "el cambio de mando" en el país generó "expectativa" en "el movimiento obrero de trabajadores". Hubo textuales y solicitadas respecto a la nueva etapa del país. Los Sindicatos en Marcha por la Unidad Nacional (Semun) celebraron los 36 años de vigencia democrática como también "renovada esperanza y voluntad inquebrantable de ser partícipe activo en esta nueva etapa del proyecto nacional que conducen Alberto Fernández y Cristina Fernández de Kirchner". Allí confluyen bajo la conducción de Sergio Sasia (Unión Ferroviaria) los lucifuercistas, La Fraternidad, petroleros, papeleros, gasìferos, rurales, deportivos y civiles, pasteleros, espectáculo público, universidades nacionales, tintoreros y plásticos, entre otras organizaciones.