En la segunda reunión por la revisión del acuerdo paritario de la UOM, ese gremio y las cámaras pactaron un cuarto intermedio hasta el miércoles a las 13. No hubo avances, ni contraoferta patronal, luego del encuentro en el ministerio de Trabajo a cargo de Kelly Olmos.

En efecto, la renovación del convenio de salarios del corriente había tenido su primera versión en la sede de la UOM, ubicada en Alsina casi Bolivar. Para el lapso julio/septiembre la dirigencia al mando de Abel Furlán ratificó esta tarde su exigencia por el 30% sobre el salario acumulado, incluído un 10% con relación a abril, mayo y junio. Pero además agregó un ítem: el pago de un bono, en concepto del "día de los trabajadores y trabajadoras metalúrgicos", por $60.000. Una aspiración gremial en la trama de la suma fija que pondera esa organización en línea con otros sindicatos del ala kirchnerista bajo la presión inflacionaria y para los salarios más bajos.

Las empresas consideran que ese reclamo es excesivo, “la estamos pasando mal las empresas y los trabajadores”, resumieron acotando que las compañías del sector son en su mayoría pymes. El estado actual de la deliberación se resume en que no hubo contraoferta patronal a la pretensión gremial.

Hasta ahora el formato que adaptaron las partes, para la versión 2023 de esa negociación colectiva, está acotado a tres meses. Desde esa métrica paritaria, como resaltan en Smata, la distancia de la mejora en sueldos con la inflación se acorta a 2 meses respecto al incremento sostenido de precios. En pacto largo llega a 7 meses o más.

Dentro del rubro industrial este lunes fue la Uocra que selló su acuerdo hasta septiembre, con gestión por fuera de la cartera laboral y el traslado del pacto a dicho ministerio ya cerrado.

Si hay un puente, hay un camino

En la metalurgia las cámaras Adimra, AFAC (autopartistas), Camima (pymes industriales), Afarte (electrónicas de Tierra del Fuego), Caiama (aluminio) y Fedehogar (electrodomésticos) refrendaron como en la anterior reunión “que lo fundamental es fijar la metodología para aplicar las mejoras”, como había publicado BAE Negocios. Fuentes de las patronales destacaron como “primordial” este punto. “No es antojadizo o un capricho, consideramos que sin previsibilidad no hay beneficios ni para los trabajadores ni para los empresarios”, destacó uno de los ejecutivos que participó en el debate de este lunes en la sede Congreso de Trabajo, ubicada sobre la avenida Callao, del ministerio.

Otro paritario por las empleadoras arriesgó: “la UOM ratificó los números que pretende, consideramos que el escenario no es el propicio para llevar la negociación a buen destino”.

La UOM viene de pactar un 18% acumulativo con un 10% para abril y el 8% en mayo firmado el miércoles 5 de abril. Tuvo el condimento de que esa mejora fue "acumulativa" llegando entonces al 18,8% para los 20 puntos pretendidos La condición de “acumulativa” fue resistida por las cámaras patronales. "Sostenemos la defensa del poder adquisitivo de los salarios y la salud financiera de nuestras pymes”, consignaron las empresas.

Y en cuanto a la percepción sindical, como viene sucediendo desde el inicio de la gestión Furlán en el secretariado nacional de la UOM, es que las empleadoras consideran que "nuestra nueva tónica de discusión paritaria es más que una piedra en el zapato para los empresarios". Léase que gravita -como intangible- el alineamiento de la UOM al kirchnerismo, como ya reseñó este diario.