La salida de Carrió suma a la apertura, pero no despeja el mayor interrogante

Expectativa por el rol y el espíritu que asuma Macri dentro de Juntos por el Cambio

gvulcano

Luego de la sorpresa por el anuncio, cada vez más son los que en Juntos por el Cambio coinciden en que la renuncia de Elisa Carrió a su banca de diputada "facilitará" la conformación de un "espacio más dialoguista" cuando pasen a ser oposición en la Cámara Baja a partir del 10 de diciembre próximo. Aún así, el principal condicionamiento para un armado parlamentario de esas características está lejos de reducirse al rol que la referente de la Coalición Cívica-ARI ocupe en el terreno político. La clave estará en quién se erija como líder opositor dentro de la coalición y en cuál será el sesgo que le dará a esa conducción.

La primera incógnita sobre el futuro del macrismo quedó despejada apenas el presidente Mauricio Macri supo que alcanzó el 40 por ciento de los votos a nivel nacional en las elecciones generales. Su triunfo en Mendoza, Santa Fe y Córdoba y los más de 2 millones de votos que sumó con respecto a las PASO ratificaron su decisión de continuar en la vida política. Desde el senador Miguel Pichetto hasta el intendente de Vicente López, Jorge Macri, se apuraron a plantear en público que el mandatario tiene un lugar de "liderazgo indiscutido". Incluso, quienes dentro del Gobierno hasta hace poco dudaban de su capacidad para dirigir a la propia tropa cambiaron de parecer.

"No hay dudas de que Mauricio es el líder de Cambiemos. Lo que resta ver es cómo hará para ejercer ese liderazgo sin tener la botonera", señaló a este diario un funcionario de alto rango. "El jefe es él, nadie más", dijo con elocuencia uno de sus ministros.

La necesidad de salir rápidamente a marcar la cancha obedece a varias cuestiones, entre ellas, a que el presidente sabe que es imprescindible disputarle la conducción de Juntos por el Cambio al mandatario porteño, Horacio Rodríguez Larreta, quien logró ser el único ganador de ese espacio el domingo pasado -nada menos que en primera vuelta y con más del 55 por ciento de los votos- y que además no oculta su interés por reconfigurar la alianza que integran PRO, la UCR y la Coalición Cívica-ARI y convertirse en su conductor con el objetivo de disputar la presidencia en 2023. "Horacio va a tener que esperar su turno, excepto que con Macri se complementen y los dos jueguen a ser los opositores de Alberto Fernández", apuntaron desde el Gobierno nacional.

La definición del nuevo líder opositor también será central para avistar la tónica que tendrá el interbloque de diputados que en un mes y medio se convertirá en opositor. Si bien algunos, en particular del ala más peronista, respiran aliviados luego de que Carrió formalizó su renuncia a la banca a través de una nota que presentó ayer ante el presidente de la Cámara Baja, Emilio Monzó, para que se haga efectiva a partir del 1 de marzo de 2020, desde la administración central aseguraron que la "salida de Lilita apenas ayudará a ser una oposición más responsable y con mayor libertad para negociar". Pero subrayaron que "una cosa es el discurso peñista que se cierra sobre sí mismo y que se vio en las marchas del Sí, se puede y otra es un discurso más conciliador y con mayor apertura para recibir dirigentes de otras fuerzas, que podría encarnar Larreta".

Puertas adentro del Congreso, desde el macrismo consideran que todavía restan dilucidar otros temas más urgentes, entre ellos si Álvaro González continuará al frente del bloque de PRO o ese lugar lo ocupará el actual ministro de Seguridad bonaerense, Cristian Ritondo; como también si la bancada radical será presidida por el titular de la UCR, Alfredo Cornejo; o por el actual jefe del interbloque oficialista, Mario Negri. Lo único seguro por el momento es que no estará más quien el lunes último se despidió de Macri en Casa Rosada dando un portazo.

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