Los senadores santacruceños José María Carambia y Natalia Gadano tensaron la negociación a último momento y acorralaron al Gobierno, después de que propusieron no dar quórum para la sesión de este miércoles. Con este anuncio, el oficialismo corre el riesgo de no conseguir el número para iniciar el debate en el Senado. 

Ambos legisladores, que hasta ahora se habían mantenido en silencio, pidieron que en caso de sesionar se quite del temario el proyecto de la Ley Ómnibus y se debata sólo el paquete fiscal. Pero además plantearon que sea ratificado en Diputados antes de avanzar con el tratamiento de la otra iniciativa. 

Carambia y Gadano además reclamaron que se incluya el proyecto sobre movilidad jubilatoria, que tiene media sanción de la Cámara de Diputados.

"La prioridad no es la Ley Bases. La prioridad son los jubilados y entendemos que primero debemos tratar el tema de jubilados con el paquete fiscal, para el eventual caso de que el paquete fiscal sea aprobado, el Gobierno nacional tenga ninguna excusa para pagarle a los jubilados", dijo Carambia a través de un video. 

"Hace una semana el Gobierno nacional necesitaba los dictámenes para poder tratar las leyes. Nosotros en ese momento acordamos firmar en disidencia, es decir firmar por más que estemos en contra de la ley, para que se pueda tratar. A cambio de eso, acordamos con el Ejecutivo que se incorpore un artículo que permita a las provincias cobrar más regalías mineras. Pero hoy lamentablemente ya lo quieren cambiar, es decir lo que habíamos hablado en su momento ya no quieren cumplir lo que se había pactado", explicó el senador santacruceño. Y agregó: "Esto nos da a pensar que todos los cambios que hablamos en favor del pueblo mañana no van a ser respetados".

Carambia denunció que hay "un lobby minero muy grande" y que están "sufriendo presiones del Gobierno nacional".  

Los senadores santacruceños José María Carambia y Natalia Gadano tensaron la negociación a último momento y acorralaron al Gobierno

La reacción de los legisladores patagónicos obedece a las idas y vueltas del oficialismo respecto a los acuerdos a los que habían llegado días atrás con el vicejefe de Gabinete, José Rolandi. A eso se suma que desde el Ejecutivo nacional mantienen conversaciones con diputados de PRO y Hacemos Coalición Federal para ratificar el proyecto original una vez que vuelva el debate a la Cámara baja. 

El resto de los senadores opositores también empezaron a desconfiar de las verdaderas intenciones del Gobierno, en especial porque en las últimas horas desde el oficialismo empezaron a negociar con Emilio Monzó y Miguel Ángel Pichetto con el fin de sumar más votos en Diputados.  

En la Casa Rosada siguen con preocupación el asunto y cuestionan a la vicepresidenta, Victoria Villarruel, por no haber advertido que los santacruceños podían hacer tambalear la sesión. En La Libertad Avanza ahora dependen de que los radicales Martín Lousteau y Maximiliano Abad bajen al recinto para conseguir el quórum. Ninguno de los dos firmó el dictamen de mayoría. Mientras el primero presentó un despacho aparte, el segundo optó por no adelantar cómo votará.

A última hora de este martes, Lousteau adelantó que se sentará en su banca para tratar el proyecto de la Ley Ómnibus y el paquete fiscal. En el oficialismo respiraron aliviados, pero todavía falta saber qué postura adoptará Abad. 

Otro de las cuestiones que preocupa al oficialismo es la filtración de una nota de un trámite interno de Cancillería para la designación de la senadora opositora Lucila Crexell como embajadora ante la UNESCO. La neuquina ya había anticipado que votaría a favor de los proyectos, por lo que enseguida generó suspicacias ese posible nombramiento.