El presidente Javier Milei abordó en la noche del jueves el avión presidencial ARG 01 con destino a Italia junto a una comitiva de siete funcionarios que asistirán al funeral del papa Francisco, prevista para mañana en la Basílica de San Pedro.

El jefe de Estado llegará al Aeropuerto de Roma-Fiumicino alrededor de las 11 (hora de Argentina).
Fuentes oficiales confirmaron que no están previstas reuniones bilaterales ni encuentros privadas con otros mandatarios internacionales. 

Más de 70 líderes mundiales asistirán a la ceremonia, entre ellos, el estadounidense Donald Trump, la italiana Giorgia Meloni, el brasileño Lula da Silva, el presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky, y los reyes de España.

El mandatario estará acompañado por la secretaria general de la Presidencia, Karina Milei; el jefe de Gabinete, Guillermo Francos; el vocero presidencial, Manuel Adorni; el canciller argentino Gerardo Werthein; y las ministras de Seguridad Nacional y Capital Humano, Patricia Bullrich y Sandra Pettovello. También se sumará el secretario de Culto, Nahuel Sotelo.

Sobre las críticas por los gastos del nuevo viaje internacional, en Balcarce 50 prefirieron no polemizar. “Que se busquen un problema honesto”, comentaron desde el entorno presidencial.

En cuanto a los detalles del viaje, Presidencia no dio precisiones de la agenda del primer mandatario ni donde se hospedará. La última vez que viajó a Roma en febrero de este año se hospedó en el Hotel Intercontinental, donde la habitación más barata cuesta 1.100 euros la noche.

En una entrevista radial, el jefe de Estado aprovechó para defenderse de las críticas que despertó la conformación de su delegación oficial, integrada por siete funcionarios, la mitad de su Gabinete. "Es la comitiva más austera y más chiquita de la historia", dijo Milei.

"Llegamos el viernes por la tarde-noche, asistimos a la ceremonia el sábado por la mañana y volvemos enseguida. Estaríamos en Buenos Aires el domingo a las 8 de la mañana", explicó sobre el itinerario.

Sobre el Papa afirmó que fue “el argentino más importante de la historia”. "No puedo dejar de asistir a un evento de semejante envergadura", aseguró el mandatario.