COSTUMBRES ARGENTINAS

Paritaria UOM, un pacto homologado pero en modo de la historia sin fin

El gremio advierte que la presión del Gobierno y empresarios continúa, ahora por la implementación. La discusión de retroactivos y condiciones de aplicación en pymes va en paralelo a las señales de una reforma laboral de hecho

lautalan

Un capítulo que puede considerarse el epílogo de la paritaria metalúrgica de las metalmecánicas tiene lugar por estas horas. Se trata de la única cámara patronal que no había firmado el acuerdo el 4 de junio y asegura que logró un entendimiento con la UOM para analizar, pyme por pyme, la forma de pago de las mejoras. 
Se trata de la Cámara de la Pequeña y Mediana Industria Metalúrgica Argentina (CAMIMA) que destacó que el 31 de julio participó de una reunión en la Secretaría de Trabajo, donde expuso las dificultades pymes para afrontar los retroactivos. Allí, dijo ese bloque, se estableció un canal de diálogo para “adaptar” pagos a la realidad de cada empresa.

La crónica reciente indica que la UOM logró finalmente este lunes la homologación del acuerdo paritario firmado hace dos meses con la mayoría de las cámaras empresarias del sector. El trámite, que suele formalizarse en cuestión de días, demoró dos meses, en un contexto de fuerte presión política del Gobierno, fricciones internas entre las cámaras patronales, dimes y diretes.
El acuerdo establece un aumento salarial del 7,6% para el período abril-agosto, desglosado en cinco tramos consecutivos (3,3%, 1,2%, 1,1%, 1% y 1%), además del pago de sumas fijas no remunerativas: $30.000 para abril y $25.000 para los meses siguientes.

Desde la UOM le aseguraron a BAE Negocios que el compromiso de cumplimiento de las pymes se obtuvo “sin resignar derechos ni suspender la aplicación del pacto”. Al interior del sindicato, reiteran además que la demora en la homologación fue a raíz de la estrategia del Gobierno de contener los aumentos salariales sustentada en la tesitura de la cámara en cuestión. “Para el oficialismo, nosotros somos el riesgo 'kuka'”, ironizó un dirigente de la conducción nacional metalúrgica, en referencia adicional al techo paritario que impone el ministro Luis Caputo y certificando que “toda paritaria es política”.

Mencionado como posible titular de la nueva CGT que llegará en noviembre, el titular de la UOM, Abel Furlán batalló con la Casa Rosada, tuvo cruces con el grupo Techint, a quienes acusó de condicionar la futura cúpula cegetista e incluso al movilizar a la cartera laboral hace algunas jornadas dejó una frase: “¿Dialogar, para qué?”, la cual resumió el estado de ánimo del gremio.

Furlán también volvió a advertir sobre el proceso de “desindustrialización” en curso. Alertó que “hoy es mucho más común ver a los empresarios pensando en convertirse en importadores que en profundizar una inversión”. Según el dirigente, el ingreso masivo de productos terminados, el cierre de pymes y la apertura de importaciones “están destruyendo el entramado productivo nacional”. Acotó que en el primer semestre las importaciones de metales desde China aumentaron un 60%.

“Solo se trata de sobrevivir, esa es la historia”

Desde CAMIMA destacaron su compromiso con el empleo y con la sostenibilidad de las empresas, aunque las diferencias con otras cámaras del sector fueron evidentes en las semanas previas. “Nos interesa que se cumpla la paritaria, pero también que las pymes puedan sobrevivir”, fue su mensaje, en sintonía con argumentos de la gestión libertaria.
La UOM, por su parte, valoró el acompañamiento de la UOCRA, que terció a favor de la homologación ante las trabas impuestas por el Gobierno. “Este conflicto no es un hecho aislado. Se inscribe en una estrategia más amplia del Gobierno que busca avanzar sobre los convenios colectivos de trabajo, limitar la negociación paritaria y flexibilizar condiciones laborales en nombre de la “modernización” del mercado”, asegura la UOM. 

La demora de dos meses en homologar una paritaria firmada por la mayoría del sector, sumada a los intentos de fragmentar la representación sindical y al accionar de cámaras que operan en sintonía con la política oficial, configuran un escenario de presión creciente. “La reforma laboral, aunque no se presente como tal en el Congreso, avanza por los hechos. Y el caso de la UOM lo deja en claro”, según asevera esa dirigencia gremial.

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