El diputado del PTS (Partido de los Trabajadores Socialistas) Nicolás del Caño advirtió que su espacio aún no definió si dará quórum para tratar la reforma judicial en la Cámara de Diputados. La aclaración fue realizada luego de que su compañera del interbloque del Frente de Izquierda (FIT) Romina del Plá, del Partido Obrero, dijera que no se sentará para debatir esa iniciativa impulsada por el gobierno de Alberto Fernández.

"Más allá de lo que hayan publicado algunos medios sobre el quórum, lo cierto es que aún no hemos definido nuestra postura al respecto ni conversado con los compañeros del Frente de Izquierda", alertó Del Caño, luego de que Del Plá le cerrara la puerta a esa posibilidad.

De esta forma, quedó expuesta una diferencia entre los dos principales partidos del FIT, el PTS y el PO, sobre el quórum cuando se debata en el recinto de Diputados la reforma judicial que impulsa la gestión de Alberto Fernández y que es rechazada por Juntos por el Cambio y otros sectores de la oposición.

Más allá de la incógnita sobre la cuestión de quórum, en un comunicado conjunto del PTS, Del Caño y la legisladora porteña Myriam Bregman manifestaron que "la postura de la izquierda siempre ha sido clara contra un Poder Judicial basado en jueces y fiscales vitalicios elegidos a través de componendas e intercambios entre los partidos mayoritarios, con lazos indivisibles con los nefastos servicios de inteligencia".

"La reforma que impulsa el Gobierno no busca democratizar este poder. La oposición de derecha de Juntos por el Cambio que apoyó todas las leyes que legitimaron la fraudulenta deuda externa, encontró en este proyecto un nueva coartada para aglutinar a su base electoral, pese a que este proyecto sigue sosteniendo a este sistema absolutamente antidemocrático", advirtieron.

Por último, los dirigentes del PTS plantearon que "los jueces y fiscales deben ser elegidos y eventualmente revocados por el voto popular y sus sueldos no deben poder ser superiores a lo que percibe un director de escuela".

La postura de los bloques minoritarios en la Cámara baja se volvió fundamental ante el rechazo de Juntos por el Cambio a tratar el proyecto.

Aunque tiene una mayoría holgada en el Senado y no tendría problemas en aprobar allí la reforma la semana que viene, el oficialismo depende del apoyo de las terceras fuerzas para alcanzar la mayoría en Diputados y no quiere que la ley se trabe luego de la media sanción.

Los números resultan cada vez más ajustados para el Frente de Todos, ya que también los diputados del interbloque Federal, que responden a Roberto Lavagna y al gobernador Juan Schiaretti, adelantaron su rechazo a tratar la iniciativa.

Por eso, el oficialismo evaluaba en las últimas introducir reformas al proyecto antes de tratarlo en la Cámara alta, según admitió la senadora del FDT María de los Ángeles Sacnun, presidenta de la Comisión de Asuntos Constitucionales.